para C.
porque hubo días
con sus noches
donde tu vientre convulso
me habitaba sin límites
y nos amábamos
sin tiempo
ni certeza
sin decirlo
porque el amor
/ese enemigo/
estaba proscrito entre nosotros
la eternidad era apenas
unas horas en las que jugábamos
a ser extraños
dos que apenas
dos que siempre
RP