Género, según la explicación que nos ofrecen las ciencias sociales, se refiere a los comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad asigna a hombres y mujeres. Pero esa definición de enciclopedia resulta problemática por insuficiente y poco ilustrativa.
"El género lo cruza todo", apunta Jimena Ávalos, abogada feminista, especialista en temas de derechos humanos, género y teoría crítica legal. Es, además, una de las anfitrionas de Estética Unisex, un podcast que conduce con William Brinkman-Clark donde confluyen cultura pop, filosofía y, por supuesto, temas de género. En esa arena desfilan Joey y Chandler —de Friends— o Cady Heron, Regina George y el resto de las Chicas Pesadas, pero también Simone de Beauvoir, Judith Butler, Elisabeth Badinter, Jacques Derrida o Hannah Arendt.
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“Es muy difícil hablar sólo de género, porque la gente es un poco reacia y da un poco de miedo”, agrega William, académico en la Facultad de Arquitectura de la UNAM e investigador de las relaciones estético-políticas en el espacio público. “La parte de la filosofía a la gente le da hueva; por eso surgió la idea de combinarlo con referencias a la cultura pop, películas, series de televisión”.
La transición al intenseo de las doctrinas, teorías y autores que hacen filosofía y tratan temas de género ocurre con una naturalidad que alegra a ambos conductores, quienes desde julio se sumaron a la plantilla de voces que hablan a través de los micrófonos de la plataforma Puentes.
El nombre del podcast es un juego de palabras bastante ingenioso. “Tiene dos connotaciones: un espacio público para quien sea y esa unión entre la teoría de género y filosofía estética”, cuenta William. En cada capítulo, la conversación transcurre de forma “superabierta y libre”, como la describe Jimena. “El único límite que ponemos es la intolerancia. Ningún discurso de odio es admitido”.
—¿Por qué un podcast y no cualquier otro medio?
Jimena Ávalos (JA): Se nos antojaba tener una plataforma en la que pudiéramos platicar de temas que son profundos, clavados, y a la vez hacerlo de una manera muy accesible. Ahora que vivimos pegados al teléfono, estamos corriendo por la ciudad y no tenemos siempre tiempo de ponernos a leer un artículo o un libro, qué mejor que un podcast quincenal.
William Brinkman-Clark (WB): Como medio el podcast es perfecto, porque si oyes uno te tienes que callar; el tiempo del podcast es para escuchar. Además, en la Ciudad de México, por la manera en que está hecha, tienes un chingo de tiempo para escuchar. Y queda el testigo, que es algo importantísimo, porque vuelves a escuchar y puedes elaborar un argumento más largo.
—Bastan unos minutos para darse cuenta de que suelen tener puntos de vista opuestos sobre algunas cosas...
JA: Venimos de campos distintos: él es un filósofo historiador y yo vengo de un contexto de derecho, de ciencias sociales, con un discurso de justicia social. Esto de repente nos enfrenta, porque a él su formación y su personalidad le genera un pesimismo natural y yo, en cambio, tengo más bien una idea de justicia social, que las cosas pueden cambiar, que estas conversaciones son parte del cambio, de lo que va despertando ciertas conciencias. En buena medida esto genera el pique, pero es parte de lo divertido del podcast.
WB: La chamba también consiste en ser el abogado del diablo. Entonces, aunque compartas lo que está diciendo el otro, te toca pensar cómo se podría entender desde otra perspectiva, cuerda y coherente, lo que está diciendo.
—¿Entonces Estética Unisex tiene una vocación educativa?
WB: Sin duda educar, pero no de la manera desde la que normalmente entendemos educación: 2+2=4. Lo que queremos es decirte es “Si 2+2=4, piensa por qué, qué significa”. La palabra correcta es crítica, abrir la posibilidad de que una persona esté en una postura crítica.
JA: Yo soy profesora y me encantaría que [el podcast] enseñara, que fuera didáctico, pedagógico y que las personas que lo escuchan puedan entender mejor a los filósofos y a ciertas teorías. Pero sobre todo me gustaría que fuera una provocación, que iniciara una conversación sobre estos temas, que invitara a las personas a reflexionar, a participar en este debate de cultura, de filosofía y de género.
—Recientemente ha habido un boom de atención por parte de industrias como la editorial o la cinematográfica sobre temas de género, pero ¿realmente se está haciendo una revisión crítica o es un pretexto para montarse al tema que consideran de moda?
JA: Siempre me pregunto si la validación del discurso de género o de los feminismos obedece más bien a que ahorita es algo lucrativo para ciertos actores y en qué medida se está cooptando el discurso de los movimientos sociales para lucrar. Lo que me consuela, hasta cierto punto, es pensar que no importa la motivación por la que se está haciendo; si estos temas están vendiendo, entonces generemos más conversación, más debate, de tal suerte que sea imposible volver a un lugar en donde no existían estas conversaciones.
—¿El género es una lucha contra la historia?
WB: No sé si lucha contra la historia, pero sí contra una pendiente histórica de opresión. Las mujeres y las minorías sexuales han tenido ciertas épocas con destellos de liberación —las cortes de las monarquías ilustradas, ciertos periodos del siglo XIX en Europa, los sesenta y setenta—, pero en una pendiente histórica occidental han sido oprimidos. Existe una deuda histórica con ellos. ¿Cómo se resuelve esa deuda? Debería resolverse en el debate.
JA: Sí, es una lucha contra la historia. No como tal el género, sino la deconstrucción de género y la deconstrucción de dinámicas de poder. Estamos frente a un escenario de siglos y siglos en los que quienes han generado la cultura y todos los productos, quienes han arbitrado y determinado las reglas del arte, el derecho y el lenguaje, son los hombres privilegiados. En ese sentido tenemos que analizar todos los productos culturales para desenmascarar las dinámicas de poder que no sólo son basadas en género, sino también en raza y en clase. Es parte de lo que pretendemos en el podcast: desenmascarar cómo una teen movie refleja, reproduce o incluso desafía estas dinámicas de poder.
ÁSS