Su visita al lago termina. De regreso a casa, periódicos, fotos en primera plana de un vagón de tren en Europa atestado de suelo a puerta de víctimas huyendo de la zona de guerra más al sur, gente a quien se le ha negado el derecho a transitar. Familias harapientas, almas desesperadas unas contra otras, apeñuscadas en su afán por subsistir, infinitos brazos y piernas, ojos arrancados, cautivos en el tren nocturno a la expectación del alba, una escena de tal forma contrapuesta a su mañana que le impide pensar. Qué sentido puede tener la coexistencia de estas dos mañanas en nuestro mundo —si formulase la pregunta— que ni filosofía ni poesía ni finanzas ni lo profundo ni lo somero de su mente podrían responder. Palabras como racional se tornan, entonces, risibles. Los racionales se asocian a formas compuestas - migrantes, nadadores, egoístas, condenados, lo plural - pero la existencia y el sentido pertenecen al terreno de la singularidad. Los enunciados son estratégicos. Te liberan.
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Pasajeros. Pasar. Pasar inspección. Pasar por encima. Pasar por alto. Ser pasado por alto. Pasar la pelota. Pasar la mantequilla. Pasar desapercibido. Pasar a mejor vida. Está comiendo yogur cuando llaman a la puerta. No sabía que ese timbre funcionara, dice, limpiándose la boca con la manga al llegar a la puerta. El camarada Chandler hace un gesto mirando hacia la calle. Bajan. Tienes yogur en la ceja, dice él por encima del hombro. Ay, dice, gracias. El dibujo terminado del zorro yace bajo la farola. Resplandece. Él ha utilizado algún tipo de tiza fosforescente y el zorro, nadando en su propia lucidez gelatinosa, verde-azul, elude toda explicación posible. Ella mira el verde-azul. Posee claridad, humedad, naturalidad, la profunda luminiscencia de la auto-inmersión dentro del agua. Pintaste un lago, dice ella, volviéndose a él, pero él se ha marchado, ahora que es de noche, se ha ido a cualquier lugar de acogida, tras ser absuelto de nuevo. Ella sigue mirando al zorro mientras nada, rememorando el día, entrando y saliendo. Estar viva es este entrar y salir. Una ética mínima. Intenta nadar sin pensar en las apariencias. Cuidado con la burla, la burla es demasiado fácil. Ella descubre la brisa en su frente, un viento luctuoso. El zorro avanza braceando sin salpicar. La astucia nunca falla.
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AQ