Guadalupe Parrondo, de Beethoven al tango

Doble filo

La reconocida pianista habla sobre la música, la importancia de la técnica, la emoción y el silencio en este juego de ping-pong verbal con Laberinto.

Guadalupe Parrondo, pianista mexicana. (Foto: Cortesía INBAL)
Fernando Figueroa
Ciudad de México /

De padre mexicano y madre peruana, Guadalupe Parrondo nació en Lima, estudió piano en París y desde hace casi medio siglo radica en México. Pertenece al grupo de Concertistas de Bellas Artes y tiene grabaciones memorables con música de Bach, Chopin, Ponce y Moncayo, entre otros compositores. Para conmemorar los 250 años del nacimiento de Beethoven tocó sus diez sonatas para piano y violín, acompañada de Adrián Justus (en cuatro sesiones disponibles en YouTube, cortesía del Patronato y Sociedad de Amigos de la OFUNAM). En el día de su santo, doña Guadalupe juega ping-pong con Laberinto.

—¿Qué es el piano?

Mi canal de expresión.

—¿Qué es una partitura?

El texto del sonido abstracto.

—Una imagen de su padre.

Afinando órganos de iglesias y pianos.

—Un concierto inolvidable.

El primero que di con orquesta, siendo niña, con Luis Herrera de la Fuente.

—Una experiencia amarga.

La Sinfónica Nacional tenía un director extranjero a quien no menciono, tuvimos un ensayo desastroso y cancelé.

—Un recuerdo de París.

El concurso Marguerite Long.

—Tener oído absoluto.

Una fortuna y una lata porque no tolero las desafinadas.

—Dos sonatas para piano de Beethoven.

La 101y la 106.

—La aportación de Bach a la música.

Todo un universo.

—¿Qué es la técnica?

Una herramienta fundamental.

—Algo que no se pueda enseñar.

La emoción.

—¿Qué es el silencio?

Algo lleno de ruidos, diría Jalil Yibrán.

—Una pianista.

Alicia de la Rocha.

—Rubinstein o Benedetti Michelangeli.

Benedetti Michelangeli.

—¿Qué no le gusta de la ópera?

Que no encuentren el estilo mozartiano.

—Mozart en una palabra.

Diáfano.

—Un gusto musical popular.

Los tangos.

—Otro instrumento que quisiera tocar.

Ninguno.

—¿Y otra actividad artística?

La escultura.

—¿Qué se siente ser Patrimonio Cultural Vivo de la Ciudad de México?

Nobleza obliga.

—Dos libros en una isla desierta.

Cartas a un joven poeta, de Rilke, y Por el camino de Richter, de Yuri Borísov.

—Una pieza de Ponce.

“Balada mexicana”.

—Un personaje histórico.

Napoleón.

—¿Cuántas horas ensaya al día?

Entre diez y doce.

—Su definición de felicidad.

El día que se vive.

—Su epitafio.

“Traigan flores”.

AQ​

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