A partir del cuento Informe a una academia, de Franz Kafka, Alejandro Jodorowsky creó El Gorila, monólogo que originalmente fue actuado por Narciso Busquets.
Cuando murió Busquets, Humberto Dupeyron le pidió una oportunidad a Jodorowsky para entrar al quite. Luego de una rigurosa prueba, se quedó con el papel. Treinta y cinco años después, Dupeyron sigue convirtiéndose en el simio que es capaz de hablar y, al mismo tiempo, cuestionar a los habitantes de la selva urbana.
Humberto Dupeyron nació en la Ciudad de México hace 75 años y desde niño trabajó en cine, teatro y televisión. Durante muchos años se ganó la vida en el teatro de revista y en el vodevil. Además ha sido maestro de actuación y director de escena. Actualmente presenta El Gorila en el Teatro SOGEM Wilberto Cantón (martes, 19:30 horas).
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En su repertorio también tiene un monólogo escrito por él, Llorar a carcajadas, en el que narra cómo ha sido capaz de ser feliz a pesar de padecer una enfermedad tan discapacitante como la esclerosis múltiple. Hoy juega ping-pong con Laberinto.
—¿Qué es el teatro?
Una manifestación humana desde el tiempo de las cavernas.
—¿Para qué sirve?
Para comunicar asuntos de una tribu, de un pueblo.
—¿Qué es actuar?
Prestar tu cuerpo y tu intuición a un personaje.
—¿Qué diría el gorila acerca de la invasión rusa en Ucrania?
Que siempre es lo mismo: el poderoso abusa y se cree invencible, pero la razón vence. Ucrania no es tan débil como creyeron los rusos.
—Jodorowsky en una frase.
Parte de una época importante en el teatro mexicano.
—Kafka en tres palabras.
Terrible y maravilloso.
—¿Qué le ha dejado El Gorila en su vida?
Reconocimiento, premios y algún dinero.
—Algo que no se pueda enseñar en una escuela de teatro.
A sentir.
—¿Shakespeare ya lo dijo todo?
No, siempre hay algo nuevo.
—Su obra favorita de él.
Romeo y Julieta.
—¿Qué le falta a la cartelera mexicana?
Actores.
—¿Carlos Ancira o Narciso Busquets?
Cada uno en su estilo.
—¿Cuál es la clave para improvisar?
Conocer bien al personaje.
—Dos libros en una isla desierta.
La Biblia y El Principito.
—El día más feliz de su vida.
Hoy.
—Y el más triste.
Ayer.
—Una lección de la pandemia.
Aprendimos a cuidarnos un poco más.
—¿De qué sería capaz por amor?
De cualquier cosa, menos de matar y de faltar a mis principios.
—¿Qué le dejó Manolo Fábregas al teatro?
En su momento, obras muy bien montadas y todos los teatros que construyó y que ahí están.
—Un comediante.
Derbez. De más atrás: Zayas, Inclán, Luis de Alba, son muchos muy buenos.
—Su comedia musical favorita.
Amor sin barreras.
—Palillo en dos palabras.
Pulpos chupeteadores. Fue lo máximo como cómico político.
—La principal virtud del teatro de revista.
La variedad.
—¿La enfermedad provoca bullying?
Sí, por supuesto.
—¿Qué le ha enseñado a usted la esclerosis múltiple?
A ser feliz aunque la cosa pinte fea.
—Música para su último día de vida.
De Beethoven, Tchaikovsky, Bach.
—Un actor extranjero.
Richard Burton.
—Una virtud del Tigre Azcárraga.
El poder de crear un imperio. Los tres Azcárraga han sido tigres.
—Si tuviera el dinero necesario, ¿de qué pintor compraría cuadros?
De Diego Rivera.
—Tres personajes históricos.
Emiliano Zapata, Francisco Villa y Benito Juárez.
—Su mejor función de El Gorila.
La más reciente.
—El peor defecto del ser humano.
La falta de amor.
—Y su mayor virtud.
Estar creado a imagen y semejanza de Dios.
—¿Cómo se imagina a Dios?
Un espíritu puro, etéreo.
—Su epitafio.
Alguna frase de Jesucristo porque Él es Dios.
AQ