Isela Vega (1939-2021) estudió actuación con Seki Sano, José Quintero y Stella Adler. Obtuvo un Ariel como Mejor Actriz (La viuda negra), tres más por Coactuación Femenina (La ley de Herodes, Fuera del cielo, Las horas contigo) y uno de Oro por trayectoria. También trabajó en un centenar de churros, telenovelas, teatro serio, ligero y de revista. Este ping-pong surge a partir de dos charlas que tuve con la diva que supo envejecer.
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—¿Qué es el cine?
Un compendio de todas las artes.
—Primera película que la conmovió.
Lo que el viento se llevó.
—¿Usted es de izquierda o de derecha?
Yo soy muy rebelde desde que nací y, por tanto, de izquierda.
—¿Atea gracias a Dios?
Las religiones son producto del miedo y no me gusta que me asusten, ni en el cine.
—¿No le gusta ninguna cinta de terror?
Sólo de suspenso, como Hitchcock.
—Un dramaturgo.
—Una obra de él.
—Un escritor mexicano.
Juan Rulfo.
—Una escritora mexicana viva.
Rosa Beltrán.
—El día más triste de su vida.
Cuando murió mi mamá, siendo muy joven.
—¿Aún cree en el amor?
Sí, pero soy freelance. No me gusta la exclusividad ni en la tele ni en mi casa.
—Buñuel se sintió feliz cuando perdió el apetito sexual, ¿también es su caso?
¡Ah, sí! Es una liberación. Desde joven quería que esa tiranía se fuera al carajo.
Isela Vega en 1978. (Fototeca MILENIO)
—¿Para cuándo su autobiografía?
No estoy segura de querer hacerla. Narrar mi vida no es problema, pero sí hablar de otros; además, necesitaría una beca porque no puedo dejar de trabajar.
—¿Cuánto sexo tendría ese libro?
Pues… algo, porque en ese sentido soy muy cínica. No tengo clóset mental.
—¿Hay amor sin sexo?
Claro que sí, el amor universal.
—¿Sufrió acoso de joven?
Cuando creces en un rancho, aprendes a estar alerta y siempre traes esa intuición.
—¿Para qué sirve el dinero?
Para cubrir necesidades reales y para prestárselo a quien lo necesita.
—Un libro que le encante.
I Ching. Jodorowsky me enseñó a leerlo.
—De Alejandro Jodorowsky se hablan maravillas y cosas terribles.
Yo apreciaba lo que él me aportaba, pero no estaba dispuesta a irme de rodillas a la Villa si lo pedía. Hay límites.
—¿Qué escandaliza a alguien como usted, quien escandalizó a la sociedad en los 70?
Los curas pederastas, los fraudes electorales y la corrupción.
—¿Qué la motiva actualmente?
La curiosidad. La muerte me va a agarrar a destiempo porque siempre veo hacia adelante. Quiero saber qué sigue en mi vida y qué otro libro voy a leer.
AQ