Los Molotes, más allá del son jarocho

Entrevista

Los Molotes, una banda que rescata la tradición de la música mexicana y la envuelve entre ritmos y melodías de distintas latitudes

Los molotes en el Teatro Esperanza Iris (Foto: Gustavo Calzada)
Los molotes en Teatro Esperanza Iris (Foto: Gustavo Calzada)
Laberinto
Ciudad de México /

Antonio Velázquez

—¿A qué sonará el infierno compadre? 

—Seguro es la puritita pachanga: 

Hombres gritando en un fandango 


Tuve la oportunidad de ver a Los Molotes, junto a Mono Blanco y Son de Madera, en un concierto en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Me topé con la sorpresa de un grupo de músicos que buscan rescatar los sonidos tradicionales de México, combinándolos con géneros como la samba brasileña, el bossa nova, el blues y hasta el funk, generando una atmósfera qué mira más allá de los nacionalismos. Con la convicción de que tocar música tradicional no está peleado con innovar, ven en la globalización una brecha para crear y nutrirse de este momento, en el cual aislarse es estancarse. En Tu lindo andar, su primer disco de estudio, dejan manifiesto que los ritmos mexicanos están sujetos a una constante transformación. Maestros en la composición y sobre todo amantes de la música, usan el nombre de Los Molotes, un platillo típico de la Huasteca hecho a base de varios guisos, y acorde con esta propuesta, enaltecen la tradición musical mexicana al combinarla con baterías, saxofones, teclados, efectos de guitarra y demás. En entrevista, Gustavo Calzada, director de la agrupación, nos cuenta todos los detalles de este proyecto.

¿Quiénes son Los Molotes?

Somos una banda que se propuso hacer música nueva con raíces mexicanas y en eso andamos desde hace seis años. Empezamos indagando el son jarocho, después mezclamos armonías de otras latitudes sonoras como música oaxaqueña, de Guerrero, y así llegamos al bossa nova, el blues; es un proyecto que se encarga de explorar diferentes corrientes sonoras y experimentar con ellas. 

¿Qué tan complicado es acoplar los sones mexicanos con otros ritmos?

Afortunadamente no tenemos complicaciones porque dejamos que las cosas fluyan. Tuvimos maestros que nos enseñaron diferentes ritmos, como Gilberto Gutiérrez de Mono Blanco y Héctor Sanchez. Además, tuvimos suerte al armonizar adecuadamente la música porque tanto la mexicana y la latinoamericana son hermanas, y aunque tienen diferentes acentos o formas de tocar, siento que es una misma raíz, como pasa con las personas cuando a pesar de contextos diferentes comparten una historia similar. 


¿Qué problemas acarrea tener un proyecto como Los Molotes que si bien no son tradicionales tampoco encajan en el gusto mainstream?

Ha sido un camino difícil. En un principio intentábamos llegar a los festivales tradicionales de son jarocho o tradición mexicana pero había mucha resistencia por parte de ellos, aunque poco a poco nos han ido aceptando. Por otro lado, si nos queríamos presentar en lugares más comerciales nos decían que nosotros tocábamos folclor; poco a poco nos hemos ganado la aceptación de la gente y hemos tocado en Querétaro, en Veracruz, en Morelos y otros foros pero hemos intentado abrir nuevos espacios. 


¿Armonizar el son veracruzano con ritmos internacionales es con la intención de equiparar la música mexicana en el mundo?

No, yo pienso que los sonidos mexicanos, por si mismos, ya están a la altura de esos ritmos. Lo que nosotros hacemos es acercar a esa gente a nuestra cultura. Abrimos la terracería para atraer a nuevas generaciones y nuevos músicos, como lo hacen otros artistas, digamos Lila Downs, que incorpora pop, hip–hop y más ritmos, pero hace que festivales internacionales vibren con los sonidos mexicanos.

¿Qué dicen los defensores de la tradición?

Que no hacemos tradición, pero lo sostengo: Los Molotes no hacen tradición. Para eso están Mono Blanco o Son de Madera, que se dedican a tocar esa música. Incluso lo tradicional ha cambiado: no es el mismo sonido de la jarana de hace 600 años porque uno debe siempre estar en ese mood progresista, aceptar los cambios y aprovechar las nuevas herramientas.


¿Cómo es tu trato con las redes sociales?

Necesario. Todo el disco está digitalizado y se distribuye mucho mejor en las redes. Llegamos a vender discos físicos cuando nos presentamos pero el uso de las plataformas digitales tiene un lado amable, producimos menos contaminantes para el mundo que nos estamos acabando. 


Epilogo

Calzada se escucha emocionado de ser punta de lanza en la Ciudad de México en este tipo de proyectos. Considera que Los Molotes pueden abrir un camino para que nuevas bandas opten por rescatar sonidos tradicionales en sus creaciones porque “puedes ser hasta un grupo de punk pero si cuenta nuestra historia o nos recuerda a un lugar de México, ahí está la tradición”. De igual modo, se entusiasma al platicarnos sobre el proyecto de crear una escuela donde se enseñen las técnicas mexicanas en la música contemporánea, y acerca del proceso de creación de su siguiente disco con guitarras eléctricas, cuartetos de cuerdas y con roqueros invitados fuera de su espacio de confort. Espérenlo.



Los Molotes  se presentaran el 8 de septiembre en la explanada de la delegación Iztacalco, no se lo pierdan






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