¿No escuchas?
Está lloviendo,
la lluvia te está arrullando.
Yo te respondí al momento
“es que el cielo está llorando”.
Así me quedé pensando
con honda melancolía,
si lloráramos un día
como la lluvia al caer
¿qué mar podría contener
nuestro llanto
vida mía?
Tú me abrazaste sonriendo
¿recuerdas aquel día?
Ya sin melancolía
repetiste
“está lloviendo”.
ÁSS