El joven escritor y poeta palestino fue asesinado el 5 de diciembre; dos días después sería asesinado el poeta Refaat Alareer, tras el bombardeo de su casa en Gaza. Estos escritores-poetas que eran la voz de su pueblo se encuentran hoy entre las más de 30 mil víctimas de la guerra llevada a cabo por Israel contra los palestinos.
He aquí su último mensaje
Buenas noches, Mundo,
Ayer en la noche todas las comunicaciones e internet fueron cortadas. Lo que pensé imposible acaba de pasar.
El cartero no podrá venir más en medio de los bombardeos y las destrucciones, y los periódicos no traerán nada más que las noticias de cada día: que Gaza está siendo aniquilada.
Y quizá la noticia de mi muerte estará dentro de la próxima publicación.
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Los bombardeos son cada vez más fuertes y nos aferramos a nuestros corazones porque lo que tememos se acerca, vamos a morir en silencio y el mundo no sabrá nada de nosotros.
No podremos gritar ni grabar nuestros últimos momentos, nuestras últimas palabras.
Y les escribo ahora. Quizá será mi último mensaje que recorrerá el mundo libre y volará junto con las palomas de la paz y dirá al mundo que amamos la vida, si podemos vivirla, pero que en Gaza todas las vías están cerradas y que estamos a solamente una publicación o un tuit de la muerte.
Ok: soy Nour El-Din Adnan Haggag, un escritor palestino.
Tengo 27 años y muchos sueños.
No soy un número, y rechazo que la noticia de mi muerte pase sin que ustedes digan que amo la vida, la alegría, la libertad, la risa de los niños, el mar, el café, escribir, Fairuz y todo lo que da felicidad… antes de que todo eso desaparezca en un breve instante.
Uno de mis sueños es que mis libros viajen en el mundo, que mi pluma tenga alas libres de todos los pasaportes sin sellos y visas rechazadas.
Otro sueño: que pueda tener una pequeña familia, que pueda apretar en mis brazos un hijo que se parezca a mí, mientras le cuento una historia para que se duerma.
Y mi sueño más grande es que la paz pueda colmar a mi país, que la risa de los niños se eleve antes que el sol, que plantemos una rosa en cada hoyo de cada bomba y que pintemos nuestra libertad en cada muro destruido, que la guerra nos deje tranquilos, que vivamos nuestra vida, por una vez.
Traducido del árabe al inglés por Ahdaf Soueif, del inglés al francés por la asociación AURDIP y al español por Laila Porras.
AQ