¿Qué quiere decir “perder el tiempo”?
¿Cómo se puede perder —o ganar—
algo que ni siquiera sabemos qué es?
Si acaso sabemos ahora
lo que Einstein dejó establecido:
que el tiempo es relativo,
cosa que no resulta fácil de entender.
Él mismo intentó explicarlo
con su acostumbrada gracia:
“Cuando un hombre pasa una hora
sentado junto a una bella chica
le parece que ha sido un minuto.
Pero dejen que se siente un instante
sobre una estufa al rojo vivo
y le parecerá un año.
Eso es relatividad”.
Tiempo de ocio
y tiempo de negocio
(la negación del ocio).
Tiempo de trabajar
y tiempo de descansar
(lo dice el Eclesiastés).
Aprovechar con tino el tiempo
es desde luego muy importante.
La vida es corta y el arte es largo.
Es triste perder el tiempo
viendo anuncios de televisión,
escuchando necedades en la radio
o consumiendo violencia en el cine.
Pero perder bien el tiempo
es, en cambio, muy importante:
pensando sin pensar…
imaginando lo inimaginable.
Como decía Jorge Guillén
al hablar de García Lorca
en Federico en persona:
“El hombre esencialmente poeta
no pierde nunca el tiempo,
y a su modo —que es el mejor—
trabaja sin cesar…”
AQ