Oppenheimer, destructor de mundos

Ciencia

Con ligeras licencias dramáticas, la película de Christopher Nolan es el recuento de la lucha política por eliminar el romanticismo de esta historia que termina con una metáfora: la bomba atómica sí acabó incendiando la atmósfera.

J. Robert Oppenheimer, físico teórico y "padre de la bomba atómica". (Getty Images)
Gerardo Herrera Corral
Ciudad de México /

Los creadores de la bomba atómica llegaron a pensar que una explosión nuclear podría encender la atmósfera terrestre. La reacción sostenida en el aire acabaría con todo.

Los constructores del fulminante artefacto se preocuparon por lo que podría ocurrir en la explosión y hoy la historia llega a la pantalla grande con la película Oppenheimer, dirigida por Christopher Nolan.

Casi el ochenta por ciento de la atmósfera está formado por nitrógeno. Antes de la primera explosión atómica algunos consideraron que existía la posibilidad de que la reacción nuclear incrementara la temperatura a niveles tan altos que dos átomos de nitrógeno podrían chocar a la energía suficiente para formar carbono y oxígeno, liberando energía en la reacción. El calor adicional que se produciría de esta manera podría entonces calentar al nitrógeno del aire para mantener la reacción andando hasta llegar a consumirlo todo en un incendio imparable que acabaría con la atmósfera terrestre en su totalidad.

En la atmósfera también se encuentra oxígeno, carbono y gases raros, pero todos ellos son más estables que el nitrógeno. La presencia, menos abundante, de hidrógeno también fue considerada porque los protones que forman al hidrógeno al chocar con nitrógeno pueden producir carbono (quizá oxígeno) liberando energía.

Estas posibilidades fueron estudiadas seriamente durante el proceso de construcción de la bomba atómica en los años 40. La nota técnica escrita por Edward Teller en 1946 donde se revisaba y recalculaba la probabilidad de que esto ocurriera fue desclasificada en 1979.

Robert Oppenheimer consideró la posible destrucción del mundo con el primer ensayo. Los cálculos precisos de la liberación de energía en las reacciones que mencionamos fueron realizados por Hans Bethe, un brillante físico que mucho después obtendría el Premio Nobel, y luego por Edward Teller que luchó en el terreno de la física y la política para que nada se interpusiera en su camino. Este hombre controvertido, beligerante, brillante y ególatra impulsó la construcción de la bomba de hidrógeno y sus estimaciones de un probable incendio global hicieron que el escenario apocalíptico se desvaneciera incluso para su proyecto de bomba termonuclear. El calor no alcanza para prender fuego a la atmósfera terrestre.

El largometraje hace un recorrido histórico por el esfuerzo norteamericano que hizo posible al dispositivo que cambió para siempre al mundo en que vivimos. Es común que los directores de cine alteren la realidad con el fin de incrementar el dramatismo del relato. En esta ocasión los clichés son menores y no afectan la exposición histórica.

Así, por ejemplo: en la película hay una escena previa a la explosión de la bomba atómica en la que Albert Einstein camina con Kurt Gödel cuando Oppenheimer lo aborda para compartir con él su inquietud sobre las posibilidades catastróficas. Es entonces que Einstein comenta que el gran matemático que lo acompañaba tenía un problema psicológico alrededor de la comida por su miedo obsesivo a ser envenenado. En realidad, la paranoia de Gödel debió aparecer mucho después, cuando Oppenheimer ya no vivía, pero el director de la película no se pudo resistir a modificar la historia para llamar la atención y subrayar las excentricidades de los científicos.

También muestra que en 1939 Oppenheimer predijo que las estrellas masivas podrían colapsar bajo su propio peso una vez que su combustible se agota. De esta manera nos hace ver que hubo un trabajo previo de Robert, apodado Oppie, que le otorgó prestigio cuando predijo la existencia de “agujeros negros”. Sin embargo, hoy sabemos que esos objetos pesados no recibirían el nombre de agujeros negros antes de 1969 cuando John Wheeler se refirió a ellos con ese nombre en una reunión de cosmólogos en Nueva York. En la película se los invoca como tales cuando en esa época se refería a los agujeros negros como “estrella en colapso gravitatorio total”.

En casos como este el uso de clichés simplifica la historia y hace comprensible el mensaje. Es seguramente la misma idea de poner a un físico tocando el bongó para que podamos rápidamente identificar a Richard Feynman quien también sería duramente perseguido por sus inclinaciones izquierdistas.

La película Oppenheimer es el recuento de la lucha política por eliminar el romanticismo y la enorme presencia que lograron los físicos después de la explosión. La comunidad de físicos apoyó la resistencia de Robert Oppenheimer para que la bomba de hidrógeno no fuese el siguiente paso. En contraposición, Edward Teller acabaría ganando la batalla para ser considerado el padre de la bomba termonuclear. Su sueño aterrador estalló en 1952 en el atolón de las Islas Marshall.

El hilo conductor de la película empieza, pues, como una posibilidad desastrosa y termina con la certeza de una metáfora: la bomba atómica sí acabó incendiando la atmósfera.

AQ

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.