Pablo Ramírez, un clarinetista todoterreno

Doble filo

Fan de Bach y de Van Halen, el músico mexicano juega ping-pong con Laberinto.

El clarinetista Pablo Ramírez musicaliza varias obras de la Compañía Nacional de Teatro. (Foto: Sergio Carreón | CNT)
Fernando Figueroa
Ciudad de México /

Egresado de la Escuela Superior de Música del INBA, el clarinetista Pablo Ramírez puede ponerse un smoking para tocar a Mozart con un ensamble de cámara, mezclilla al formar parte de La Internacional Sonora Balkanera, y pintarse la cara para un aquelarre metalero del grupo Exsecror Vecordia. También pertenece a la Compañía Nacional de Teatro, donde se encarga de la ejecución instrumental en algunas obras; recientemente musicalizó piezas del proyecto Epidemia de cuentos y compuso una de las cinco partes del espectáculo La tempestad en casa, de La Fura dels Baus, que forma parte del programa del 48 Festival Internacional Cervantino. Hoy juega ping-pong con Laberinto.

—¿Qué es la música?

Sentimiento puro.

—Mayor virtud del clarinete.

La versatilidad.

—¿Qué aprendiste en la Escuela Superior de Música?

A construir y deconstruir.

—La primera clase con Roger Salander.

Cómo adaptar las cañas del instrumento.

—¿Qué te dejó Joaquín Valdepeñas?

La persistencia.

—Un compositor.

Johann Sebastian Bach.

—Mozart en tres palabras.

Genio del pop.

—Un compositor mexicano contemporáneo.

Jorge Torres.

—Un recuerdo musical entrañable.

Cuando conocí el Huapango de Moncayo.

—Dos clarinetistas.

Karl Leister y Harry Sparnaay.

—Del 1 al 10, Woody Allen clarinetista.

Siete.

—Mahler o Stravinski.

Stravinski.

—Dos discos en una isla desierta.

Angherr Shisspa, de Koenji Hyakei, y Cuarteto para el fin de los tiempos, de Olivier Messiaen.


—Y un libro.

Los mitos de Cthulhu, de Lovecraft.

—Van Halen en una frase.

Es uno de los indispensables.

—Apocalyptica o Kiss.

¡Híjole! Que sea Kiss.

—¿Eres fan del Kusturica músico?

Sí, porque dio a conocer globalmente la música balkan.

—La experiencia de musicalizar El gabinete del doctor Caligari.

Una apasionante búsqueda.

—Un recuerdo del Vive Latino.

La aceptación de la gente.

—Un grupo del rock en oposición.

Univers Zéro.

Enrique IV en el Globe to Globe.

Una emoción irrepetible.

—¿Shakespeare ya lo dijo todo?

No, pero… ¡qué maestro!

—La función de la música en el teatro.

Darle redondez al espectáculo.

—¿Qué provoca la música en los niños?

Sobre todo, felicidad.

—¿Cuántos Pablo Ramírez existen?

Por lo menos, cuatro.

—¿Qué pasa cuando te pintas la cara?

Una transformación total.

—Tu epitafio.

“Tocó lo que le dio la gana”.

AQ | ÁSS

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