Paciencia | Por Alberto Blanco

Meditaciones

Paciencia es el nombre del juego. El arte de esperar.

"la buena fortuna no depende / de la convivencia en torno al fuego..." (Foto: Cailin Grant-Jansen | Unsplash)
Alberto Blanco
Ciudad de México /

Hay tantas formas

de aproximarse a la obra de arte

—lo mismo en la creación

que en la recreación—

como formas de ver y de ser

concibe el ser humano.


Pero todas ellas

—una vez que se ha recorrido

el largo camino de la obra

con atención y oficio—

comienzan a fraternizar

conforme se acercan al centro.


Los distintos caminos

—tan variopintos como los artistas,

personas, especies y demás criaturas—

son los rayos de una rueda.


Al centro hay una fogata

y todos los que pueden

se acercan a calentarse las manos,

a beber algo caliente,

escuchar historias,

noticias, planes, música…


Platicar un poco

—pero solo un poco…

que el silencio se impone—

y descansar de la jornada.


No ha sido fácil llegar hasta allí.

Además de cualidades se necesita suerte.

Y la buena fortuna no depende

de la convivencia en torno al fuego.


Pero la hermandad del centro

es lo que hace posible

que lleguemos a convertirnos

en seres humanos.


Ésta es la paradoja:

resulta humanamente posible

llegar al centro

si no hay prisas ni descuidos.


Paciencia es el nombre del juego.

El arte de esperar.


AQ

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.