La lucha es a muerte.
Cada mañana me enfrento a la hoja blanca.
El tigre acecha detrás del papel.
Lo desafío inseguro de vencerlo.
Manotea, salta, me pela los dientes
sus pupilas se estiran como rendijas
por ellas tiene que pasar el verso.
Para domarlo, afronto mis miedos
ordeno mis silencios
enumero el destiempo.
Morir en la línea es la única opción
que tengo de vencerlo.
El tigre lo sabe y cada noche le pinta
una raya nueva a mis sueños.
AQ