No somos las mujeres
que intentamos, ni seremos
los hombres que quisimos.
Este vocabulario es inservible
mientras no reformemos el artículo a la ley
más allá de una letra en nosotres.
Sin embargo
en ese sin embargo que alguien nos
arrebata, hay un poco de vida.
Detrás nuestro, quizás:
un tal vez en la espalda
que vuelve a lo que fuimos.
Y allí, a un golpe
de salvarnos, siempre habrá otro
fiscal que nos regrese el juicio.
AQ