No pudo ser que el viento se coronara
como mi rey.
No pudo ser que no tocara el agua
mi desnudez.
No pudo ser que yo no la tocara
para beber.
Desde que la probé,
en el gran lecho de la muerte
quiero yacer.
Desde que la probé,
cada momento tiene sabor
y madurez.
Desde que la probé,
busco el regazo de la tierra
con ojos de semilla
para reverdecer.
AQ