Dicen que Kafka
duerme allá abajo
su inmortalidad.
Veo que se agitan los árboles
del cementerio judío,
eso sí lo veo claro desde este onceavo
piso
de un hotel de paso.
Aquí todos estamos de paso:
el amor, las palabras, el viento mismo
aquí en Praga, está de paso.
Los genios se mudan de abismo
con facilidad.
Metamorfosis y fotosíntesis
del otro lado del estallido,
oxígeno y luz
eso es lo que veo allá abajo,
¡nada más eso!
Hasta en la muerte está uno de paso.
No quieran ahora convencerme
que el flaco de Franz
todavía está ahí, entre los árboles,
durmiendo.
AQ