Con los ojos recién abiertos
inhalo un aroma antiguo
como de flores secas.
Recuerdo las brillantes rosas
amarillas en el jarrón
del angosto pasillo.
Cuántos días han pasado
cuántas noches,
resulta que el tiempo
no está perdido
es un atisbo de conciencia
un informe de vida.
Afuera de este cuarto
el ruido
parece una explosión,
me vuelvo a la pared
limpia de insectos.
Mi mente en la vigilia
abandona el campo de batalla.
AQ