Hurgar en las entrañas de la tierra
en busca de un filón con la esperanza
de encontrar las aristas del diamante
con las manos de polvo, con los ojos
heridos por la luz que ya regresa
en el fondo sin fondo del destino;
abrir con el punzón nuevas heridas
y que la tierra sangre, y que respire
con un resuello mineral de siglos.
Descender paso a paso hacia el abismo
en la historia secreta de la noche,
y besar el latido de la sombra,
y abrir el corazón, y emocionarse.
AQ