Para María Koutentaki y Carlos García Miranda
En inglés lo llaman Easter en honor a la diosa
que nos trae por fin la primavera, el mismo
sol que saluda y resplandece en mi ventana.
Esta noche cenaré en casa de un amigo
Su mujer ha preparado pan sin levadura,
pepinos con salsa de yogurt y pierna de
cordero. Los cretenses (la mujer de mi amigo
es cretense) celebran la Pascua sacrificando
un cordero, el que debe morir. En Salamanca
un muchacho se gana la vida imitando a Cristo.
El jueves sostenía una cruz en la Plaza Mayor,
el viernes lo vi crucificado junto a la catedral.
Los niños le arrojaban monedas, los mayores
hacían un rodeo para no mirarlo, los turistas
sonreían nerviosos y sacaban instantáneas
con sus móviles. Anoche tuve un sueño.
Cristo me preguntó si podía reemplazarlo
en la cruz porque estaba cansado, porque
tenía hambre y quería comer un bocadillo.
AQ