a Antonio Deltoro (IM), machadiano
Estos días azules y este sol de la infancia,
ah las niñas volaban de un árbol a otro árbol,
la poesía no se veía ni valía nada entonces,
el libro no se leía ni lo abría nadie entonces,
dinero no tendríamos que causara envidia,
y para vivir la calle yo huía tras la noche,
y nadie hablaba nunca del invierno o verano
porque en Ciudad de México diario nace el otoño,
y solo supe en verdad del dolor que desangra
al alejarse en fuego el cuerpo de Graciela,
y quedé solo, en clases, el cuaderno vacío,
y alguien quiso tal vez, amigo o compañero,
decir veladamente que ya se oscurecían
estos días azules y este sol de la infancia*
* Verso alejandrino en un papel hallado en la ropa de Antonio Machado a la hora de su muerte.
AQ