Fumo para espantar la noche.
Tengo por delante el claro día
y me despierto desnudo
para adivinar el sol de otoño.
(Ella duerme aún.)
Nos esperan olores nuevos,
calles por caminar
y la ceremonia de todos los días
en la severa fiesta de la vida.
Fumo para espantar la noche.
(Parece que las estrellas
dejan la luz sobre sus hombros.)
José Francisco Conde Ortega, quien murió el 1 de noviembre de 2020, y a quien recordamos con este poema (Intruso corazón, 1994), fue poeta, ensayista y cronista. Nació en Atlixco, Puebla. Estudió Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y fue profesor en la Universidad Autónoma Metropolitana. Colaboró en el suplemento sábado del diario unomásuno y en las revistas Casa del Tiempo y Revista de la Universidad de México.
De entre su producción destacan: Para perder tus ojos, Los lobos viven del viento e Intruso corazón (poesía); José Arcadio Pegaza y el siglo XIX mexicano y Diálogo en voz baja. Ensayos de literatura mexicana (ensayo); y La esquina de los hombres solos (crónica).
ÁSS