Ya no festejaré más a mi dueña;
ya no lameré sus manos
agradeciendo su retorno a casa.
Ya no podré ladrar más a bandidos.
Me sepultaron al pie del roble.
Allí los pájaros cantan
y el viento llora
cuando barre la hierba.
AQ
Ya no festejaré más a mi dueña;
ya no lameré sus manos
agradeciendo su retorno a casa.
Ya no podré ladrar más a bandidos.
Me sepultaron al pie del roble.
Allí los pájaros cantan
y el viento llora
cuando barre la hierba.
AQ
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