‘El paradigma de Isa’, un poema de Juan Manuel Gómez

Poesía

Este poema, que forma parte de un libro en preparación, nombra la precariedad del mundo luego de que la muerte, o la ausencia, han establecido sus reglas, y a la vez canta a los dones de la creación.

“Entre vuelta y vuelta, Isa se irguió como un faro / Como una isla, un puente, un peldaño”. (negativespace.co)
Ciudad de México /

Para mi Abogada en el litigio contra el tiempo


Entonces la Tierra era plana

La devastación la había dejado sin alma

El humus devino polvo estéril

Días bidimensionales sucedían

Sobre el espejismo de una noche gris


Algún soplo de viento, quizá

Trajo el primer amanecer

Apenas el garabato que traza un alfiler

Sobre una mejilla helada

Y despierta la urgencia de la sangre


Con él, una semilla

Materia orgánica oscura


La Tierra se volvió el centro

Y el universo redondo de los sueños

Envolvió en su remolino

Todas las Eras de mi tiempo particular

El caos tuvo un orden: Isa

De noche, de día, arriba, abajo, antes, después, ahora

Entre vuelta y vuelta, Isa se irguió como un faro

Como una isla, un puente, un peldaño

Como una tuerca o una aguja o un tenue susurro

Casi un suspiro

Marcando un tempo, un rumbo

Leve y desgastada piedra perfecta

Para afinar el arado

Tan perfecta como inmaterial

Tan gastada como una idea infalible


Se escucha aún el estruendo

Rompiendo la noche

Relámpago que no se apaga

Sueño diurno, duermevela punzante

Ardiente nada

Brumoso atardecer de lo imposible

Aullido

Su imagen de lava inflama las venas

De un miembro necio

Isa, inconfundible silueta

Centellea en la otra orilla del abismo

Tan cerca como la lumbre y la luz de una vela

Tan lejos como las sombras heladas de la caverna incendiada


Fuiste el Sol, Isa

Fuiste el Mar

Fuiste, Isa, aliento y alimento

De un alma famélica


Eres, hoy, Isa,

Motor inmóvil de un universo nuevo

Las anémonas que invento

Flotan en el desierto

Hadas de brillos tornasolados

Hilan horizontes flamantes

Hidratan mi carne seca

Colman mis cuencas

Vuelven vino la arena de mis venas

Su veneno es un choque eléctrico

Que me devuelve al camino


Detrás de mis pasos, Isa

Estarás

Huella indeleble

Origen

Y en lontananza

Sobresaldrá entre la multitud

Un tulipán, Isa

Delicado como el oro eterno

Elegante y complejo

Simiente inmortal

Para guiar mi sed

AQ

  • Juan Manuel Gómez

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