El islam esquiaba en los inviernos de la guerra fría
Kabul es una ciudad antigua cruzada por un río
No se llega a Afganistán por mar sino por aire
afirmaba un joven instructor a los pioneros
Los muchachos se van a combatir a la guerrilla
Sus botas aplastan la nieve con ritmo militar
la mezclan con fango en las ciudades blancas
Alá espera impaciente en las montañas
No volverán del desierto los campeones
los últimos ausentes de la historia
Vendrán las prótesis del miedo a sostener la noche
En canchas de hockey limpian rayas
de patines abandonados por los pies
Bastones podridos en el agua
Vendrán sin souvenirs sin sol sin nada qué contar
Allí donde hubo mar deambulan los pastores
con sus rebaños de óxido y de sal
sobre minas y bombas sembradas en la arena
entre huesos que asoman u ocultan su aridez
a la intemperie o a la corriente de agua subterránea
No se llega a Afganistán por aire ni por mar
AQ