Ordeñar una búfala en el Tíbet
y aguardar a que todo se componga
de repente. El propósito es tan claro
como el satín del camisón de Narda:
blancas líneas, recodo arremangable
donde alisar bajo compulsa libra
ubres de auténtica, irrigada estrofa.
Al pairo emerja, tibia imprimatura,
Hembra novel y novembrina, el alba.
AQ