la segunda mujer de papá
me decía gorda
me dolían los huesos de las piernas por gorda
no me quedaba el vestido por gorda
me daba dolor de tripa por gorda
me crecía vello en las axilas por gorda
no me prestaba su suéter por gorda
no podía usar su cepillo por gorda
había que mantenerme a régimen
de una felicidad
digerible
ahora he vuelto a pesar sesenta kilos
como cuando tenía doce años
a veces cuando me pruebo la ropa
vuelvo a escuchar su voz
AQ