Tal vez fuera preciso, en este punto,
cuando la voz se desconoce
y el recuerdo es una espiral
de escenarios ajenos,
hallar consuelo en este anonimato,
o esperar, con ambigua fe,
que algunos a quienes di mi voz
se levanten, furiosos, y proclamen
que no son suyos tales versos,
que no supe ser fiel a su latido
mientras yo, fracasado a mi pesar,
bajo sus nombres daba a ocultas
la historia de mis días.
AQ