Postales y recortes de prensa | Epigramas de Aurelio Asiain

Poesía

Salvo el último, los siguientes textos son casos de ‘found poetry’: líneas halladas en los diarios y dispuestas rítmicamente.

Último rinoceronte blanco macho del mundo. (EFE)
Aurelio Asiain
Ciudad de México /

Para Toño Lazcano

Genealogía


El hombre

no desciende del mono:


es un mono

que desciende del árbol


con la manzana

de Adán en la garganta


y la banana de Onán

entre las manos.


Cucarachas


Hay cucarachas australianas

en las alcantarillas de Madrid:

Periplaneta australasiae

o “cucaracha rubia”. Pasan

de los árboles a las casas

y del marrón rojizo

a las orillas claras de las alas.

Vida podrida, chinches

y huevos de otros bichos

son su carroña. Virus

y bacterias, su gracia.


Aroma de perdición


A las aves marinas

las atrae el olor del plancton

en descomposición:


albatros,

               petreles,

                             pardelas

vuelan tras el aroma

del sulfuro de dimetilo

que emana de las bolsas,

las botellas, los vasos.


A las aves marinas

las atrae el olor del plástico

sin descomposición.


Sudán


Ayer, veintiuno

de marzo de 2018, en Kenia,

murió el último macho de la especie

de los rinocerontes

blancos del norte.

Dos hembras sobreviven

—una hija y una nieta—

y algo de semen.

Se ha vuelto imprescindible

conservar a las hembras.

Tienen una misión: reproducirse.

Eso dice la ciencia

de nuestra especie.


Bogotá


Sale un hombre a vender sus aguacates

en un carrito de supermercado.

Una patrulla lo sorprende

violando así el confinamiento.

Sin bajarse del coche

los policías ven cómo destruye,

lanzándolos al piso

según sus instrucciones,

los aguacates.


Sino tú

No te persigue ni te espera:

cunde como la luz o el polvo,

sin plan y sin propósito

y sin tenerte en mente.

No tiene mente.

No le afectan el tedio

ni el hartazgo de sí

ni el deseo de ir.

Cae en ti pero tú

no eres su abismo.


Sinaloa


nota de Karina Zatarain

En nueve fosas, doce cuerpos: cinco

cadáveres recientes, dos

en descomposición,

desnudas de cintura para abajo.

Tuvieron que sacarlas a pedazos.


Carne, huesos, cabellos largos,

uñas postizas: restos

que los forenses dispusieron

en bolsas de basura

marcadas con las letras F y G.


Vera efigie


(self-satisfied pork butcher)

Orondo carnicero es todo bardo

y toda humanidad carne de cerdo.


Orientado

Con frecuencia recuerdo

al poeta Deniz, mi amigo Almela,

con los ojos cerrados paladeando,

demorando en la lengua el sake

        y luego,

sin levantar los párpados,

como quien cuenta un sueño

con nítida certeza:

—Sabe

            a pies

                      de geisha.

AQ

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