En abril de 1961 Yuri Gagarin completó una vuelta a nuestro planeta a bordo de la nave espacial Vostok. El piloto soviético, con la no muy imponente estatura de metro cincuenta y siete, se convirtió en el primer ser humano en incursionar en el espacio al volar durante hora y media alrededor de la Tierra.
De origen humilde, Gagarin sufrió la ocupación nazi cuando en 1941 un oficial alemán se apropió de la casa en que vivía con sus padres y hermanos. Se les permitió construir un cuarto de tres por tres metros en la parte trasera donde vivieron hasta el final de la invasión alemana a Rusia.
Gagarin cumpliría 87 años este 9 de marzo, pero murió cuando apenas tenía 34 en un accidente aéreo también en marzo.
El cosmonauta Gagarin visitó nuestro país en octubre de 1963, con motivo de un congreso internacional de aeronáutica. Llegó a la Ciudad de México acompañado por Valentina Tereshkova, primera mujer que voló al espacio y ambos fueron recibidos por el presidente Adolfo López Mateos.
Se dice que el presidente norteamericano John F. Kennedy le prohibió visitar los Estados Unidos como reacción ante la gran popularidad que adquirió el cosmonauta en plena Guerra Fría. Pero eso no sería la única manifestación de aversión. En 2011 las Naciones Unidas proclamaron que el 12 de abril se celebraría anualmente como Día Internacional de los vuelos espaciales. Es también el aniversario del solitario vuelo de Yuri Gagarin, pero todavía el año pasado el periódico Los Angeles Times informó cómo es que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia expresó su incomodidad con el Departamento de Estado de los Estados Unidos por no mencionar al cosmonauta Gagarin en su publicación de ese día sobre vuelos espaciales tripulados.
En la publicación referida, el Departamento de Estado del gobierno norteamericano recordó que habían transcurrido 59 años desde el primer vuelo espacial, pero sin dar más detalles.
Antes de que Yuri Gagarin realizara la proeza que inició una nueva época en la conquista del espacio, los rusos habían colocado un satélite en órbita. El Sputnik surcó el cielo nocturno desde 1957 y lo hizo durante la década de los años sesenta. Desde entonces el primer satélite artificial ha dado nombre a lugares, programas, organizaciones y también a una vacuna que comparte no sólo la denominación sino también el primer lugar en llegar a la sociedad como avance científico y tecnológico. La vacuna Sputnik V (en la que V significa Vacuna) se comenzó a probar en junio del año pasado y para agosto se anunció la aprobación nacional rusa.
Los rusos también fueron los primeros en poner en funcionamiento una estación espacial. En química han sido los primeros en lograr producir a los elementos artificiales más pesados que existen: el teneso y oganesón —entre otros elementos sintéticos—. Llegaron a la luna antes que nadie en 1959 con la sonda Luna 2, construyeron lámparas eléctricas antes que Thomas Alva Edison entre otros muchos ejemplos que muestran que Rusia es un país con tradición científica y tecnológica aun cuando sus avances no siempre han sido bien recibidos en occidente.
En 1970 el ruso Svyatoslav Fyodorov inventó un procedimiento para tratar la miopía con cortes radiales en la córnea. El efecto que consiguió fue el de modificar la curvatura reduciendo la concavidad del ojo para hacer que enfoque en la retina y mejore así la visión lejana. La técnica pronto se hizo popular y el oftalmólogo se convirtió en pionero de la queratotomía radial sentando las bases para la cirugía refractiva que se práctica en la actualidad.
En 1980 los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (National Institutes of Health, NIH) patrocinaron un estudio para determinar los efectos adversos de la queratotomía radial. De esta manera, encontraron que el procedimiento podía ocasionar visión borrosa y dolor continuo. Además, el tiempo de recuperación alcanzaba los seis meses. Sin embargo, el procedimiento actualmente es de uso amplio y rutinario en la mejora de la visión en todo el mundo.
También la vacuna Sputnik V ha sido tratada con desdén por los norteamericanos. El instituto donde se desarrolló acaba de producir también una vacuna contra el ébola y otra contra el síndrome respiratorio por coronavirus de oriente medio (MERS).
Mientras tanto recordamos que el 12 de abril se cumplirán 60 años de que, a las seis con siete minutos de la mañana, Yuri Gagarin fue lanzado al espacio para una jornada de poco más de hora y media. Mientras volaba pronunció la famosa frase: “La Tierra es azul”.
Cuando regresaba después de dar una vuelta a nuestro planeta, fue expulsado por la nave a una altura de siete mil metros para aterrizar usando paracaídas lejos de la zona programada para la misión.
AQ