Sí, sí es el alba, ¿qué otra cosa esperas?
Y por ella ¿te irás lejos de mi?
¿Porque es de día hay que levantarse?
¿Nos acostamos porque era de noche?
El amor, que sin luz nos trajo aquí,
también con luz tendría que embargarnos.
La luz no tiene lengua, pero sí ojo;
y si hablase tan bien como un espía,
lo peor que podría denunciar
es que yo, estando bien, quiero quedarme
y que amo tanto mi honra y corazón,
que no quiero apartarme de su dueño.
¿Debes dejarme aquí por tus negocios?
Oh, este es el peor mal, ya que el amor
aguanta al pobre, al tonto, al falso, pero
no soporta a los hombres ocupados.
El que negocia y hace el amor, yerra
como esposo que halaga a otras jóvenes.
Traducción: Víctor Manuel Mendiola
ÁSS