Actuar es mi religión: Zaide Silvia Gutiérrez

Doble filo

La actriz de cine, televisión y teatro habla sobre sus aprendizajes y gustos culposos en este juego de ping-pong con Laberinto.

Zaide Silvia Gutiérrez en 'Un refugio para el amor'. (Cortesía: Televisa)
Fernando Figueroa
Ciudad de México /

Zaide Silvia Gutiérrez estudió Literatura dramática y teatro en la UNAM (titulada con mención honorífica) y un curso de dirección teatral en Nueva York gracias a la beca Fulbright. En 1983 estelarizó la cinta El norte, de Gregory Nava. Ha obtenido Diosas de Plata por sus actuaciones en Por si no te vuelvo a ver (Juan Pablo Villaseñor, 1999) y Ciudades oscuras (Fernando Sariñana, 2002), además de múltiples premios como actriz de teatro. Aparece en la serie de Netflix Madre sólo hay dos (2021), pertenece al elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro y hoy juega ping-pong con Laberinto.

—¿Para qué sirve el arte?

Para ser feliz.

—¿Qué es la actuación?

Mi religión.

—¿Qué es el escenario?

Una página en blanco para la acción.

—Un libro en una isla desierta.

El espacio vacío, de Peter Brook.

—Algo que no puedas enseñar en las escuelas de actuación.

A verterte en el otro.

—Emilio Carballido en una frase.

Joven eterno de la escena mexicana.

—Gregory Nava en otra.

Grande, grande, grande.

—Un actor extranjero.

Anthony Hopkins, siempre indescifrable.

—Una actriz mexicana.

Ana Ofelia Murguía.

—¿Qué ves en ella?

Lo mejor de la mujer.

—¿Shakespeare ya lo dijo todo?

Sí, pero tal vez no lo hemos comprendido cabalmente.

—Una obra de él.

Macbeth, y no soy supersticiosa.

—Un escritor mexicano vivo.

Alberto Ruy Sánchez.

—¿Cuántos libros tienes en tu casa?

Como tres mil quinientos.

—¿Qué estás leyendo?

Mindfulness para principiantes, del doctor Jon Kabat-Zinn.

—¿Qué te ha enseñado la pandemia?

A estar bien acompañada conmigo misma.

—Un pintor mexicano y otro extranjero.

Tamayo y Picasso.

—¿Qué aprendiste en Columbia University?

A hacer tangible el pensamiento en escena.

—Tu día más feliz en Nueva York.

Cuando me fui.

—¿Cumples años el Día de muertos?

Sí. Ese día siento mucha vida.

—¿Qué se siente actuar en Bellas Artes?

Algo sublime.

—Una frase de Sor Juana.

La clásica: “Hombres necios…”.

—Stanislavski o Grotowski.

Defiendo mucho la emotividad, pero Grotowski me atrae sobremanera.

—Un gusto teatral culposo.

Ninguno, todos son gozosos.

—A qué se parece hacer un monólogo.

Es como un doctorado.

—Una telenovela que harías otra vez.

Para volver a amar.

—Tu epitafio.

“La acción es lo que cuenta”.


AQ

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