Revolución canceló desecar la laguna del Carpintero

Este proyecto se detuvo poco tiempo después de haberse iniciado las excavaciones.

Laguna del Carpintero en Tampico | Especial
Antonio Campos
Tampico /

Cuando se observa la imponente belleza de la laguna del Carpintero, es difícil imaginar que un día quisieron desecarla porque era un problema para la ciudad.

Fue en el año de 1911 cuando existió un proyecto integral con ese fin y el cual tenía un valor estimado de 400 mil pesos de entonces.

El estallido de la Revolución Mexicana detuvo los planes e impidió que Tampico se quedara sin esa joya natural que hoy es su mayor orgullo.

Laguna del Carpintero se llenan de visitantes en Navidad. (Yazmín Sánchez)

En esa época el vaso lacustre no se encontraba en buenas condiciones, pues ahí se vertían todas las aguas negras y residuales que se producían en Tampico.

Se relata que el ingeniero Alejandro Prieto, todo un experto en su área y quien tenía un gran cariño por la ciudad, donde vivió su niñez, lanzó en 1896 el proyecto más “duro” de todos los que se habían presentado en esa época y que, de aprobarse, daría fin a la laguna del Carpintero, pues la desaparecería del mapa tras desecarla.

Sus argumentos que iban encaminados a sustentar su plan fueron publicados en 1899 a través de su libro Mejoras Materiales de Salubridad e Higiene en el puerto de Tampico, narra el cronista porteño, Josué Picazo Baños.

Menciona que el escrito describe que en el lado noreste de la ciudad hay una laguna llamada del Carpintero, la que se encontraba azolvada en siete décimas partes de su extensión, lo que ocasiona que durante las horas de baja marea queden al descubierto extensos pantanos que impregnan la atmósfera de emanaciones venenosas, ocasionando en la población constantes y mortales enfermedades.

Laguna del Carpintero de Tampico. (Antonio Campos)

Tal circunstancia hacía que el ambiente fuera insalubre, ya que en los barrios vecinos al cuerpo lacustre se había estacionado la viruela desde hacía varios años, además de frecuentes casos de fiebres palúdicas y perniciosas.

“Esos males se extienden sobre toda la población, causando de año en año alarmantes estragos”, se expuso. La situación atrajo a médicos, quienes realizaron constantes visitas a Tampico para estudiar todo lo relacionado a su salubridad e higiene y poner en práctica medidas que permitieran remediar la emergencia.

En el año de 1856, el entonces gobernador de Tamaulipas, el general Juan José de la Garza, contrató al ingeniero francés Mr. Bonneville, para poner en marcha el proyecto conducente a renovar las aguas de la laguna del Carpintero.

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Permaneció hasta lo que es hoy

En el Carpintero se cuenta con una gran variedad de fauna nativa como cocodrilos, que son los más emblemáticos, iguanas verdes, tlacuaches, nutrias, garzas, flamencos, patos y tortugas.

 Cuenta con zonas de recreación, pista para corredores y miradores de cocodrilos e iguanas, los cuales hacen el deleite de todos aquellos que visitan el puerto jaibo. 

 Reúne impresionantes construcciones vanguardistas como el Espacio Cultural Metropolitano y el Centro de Exposiciones y Convenciones, así como un recién inaugurado puente peatonal que permite caminar de orilla a orilla.

Para ello, introdujo al vaso lacustre una parte del río Tamesí, por medio de un canal que comenzó a romperse al margen de la laguna del Chairel, hacia el noroeste del Fortín de la Libertad.

Este canal, una vez terminado, tenía por objeto descargar agua hacia el Carpintero, removiendo y arrastrando sus fangos para ir a arrojarlos sobre el Pánuco por el canal de Iturbide o de la Cortadura.

Este proyecto se detuvo poco tiempo después de haberse iniciado las excavaciones, probablemente debido también a los acontecimientos revolucionarios que surgieron en aquella época.

Otro proyecto relacionado con la laguna del Carpintero que no llegó a buen término, fue el planteado por el ingeniero Bonneville en 1856 y que consistía en crear montículos de tierra entre esta y el Chairel para evitar inundaciones.

Tras un enérgico análisis se determina que el proyecto era inadecuado y se busca otro que resolviera el problema de una manera satisfactoria y completa.

Fue entonces que se pensó en el desecamiento de la laguna del Carpintero mediante la construcción de un canal de circunvalación, siguiendo su ribera sobre la línea que alcanzaban las aguas en alta marea.

Laguna del Carpintero. | Cortesía todocolección

A ese canal se le darían veinticinco metros de anchura en la superficie y una profundidad de uno y medio a 2.50 metros, repartiendo la diferencia entre la profundidad.

Se contemplaba convertir toda la extensión del cuerpo lacustre en un terreno perfectamente seco, que pudiera destinarse a la plantación de árboles propios del clima, al establecimiento de paseos de los que en ese tiempo carecía Tampico, así como subdividir una parte en lotes para construir vivienda y jardines.
Se estimaba que al quedar terminadas las obras, el nuevo predio estaría evitando que se diera la creciente del río en época de lluvias.
Canal de la Cortadura, la Venecia de Tampico desde hace 189 años

Se calculó el ambicioso proyecto en 400 mil pesos de entonces, que serían recuperados mediante la venta de las 130 hectáreas de terreno desecado, de las que se iba a disponer al terminarse las obras, cada una de ellas por un valor de 3 mil 036 pesos.

Pero esto no logró concretarse, ya que 1911 el movimiento armado de la Revolución Mexicana obligó a dejar el proyecto en el tintero, lo que contuvo la gran controversia que para ese momento ya había entre los tampiqueños en torno a la desecación de la laguna, señala el historiador tamaulipeco, Francisco Ramos Alcocer.

Eran varios los proyectos que se elaboraron pensando en desecar la laguna del Carpintero, se planteaba hacerlo de manera total y definitiva o permitir el fluir de sus aguas hasta lograr por consiguiente su saneamiento, para construir un espacio recreativo para la población.

Fue años después cuando se hizo realidad su recuperación mediante el dragado de la misma. Embellecerla fue el paso siguiente hasta lograr a través del tiempo la imagen de la que hoy goza y que se ha convertido en uno de los grandes polos turísticos del sur de Tamaulipas.

Laguna del Carpintero.

Es en el gobierno de Álvaro Garza Cantún cuando se restaura este sitio natural para evitar que continuara su deterioro y apostar por él como un imán para el turismo. Dicho alcalde se propuso recuperar la laguna del Carpintero y para ello buscó recursos que permitieran llevar a cabo el dragado y saneamiento del cuerpo de agua y controlar las descargas que la contaminaban.

Tampico pudo así librarse de esos olores fétidos que avergonzaban a los ciudadanos y hacían imposible acercarse siquiera al lugar.

En las últimas dos décadas continuó la transformación del Carpintero, con una serie de modificaciones al parque metropolitano, se construyeron el Espacio Cultural Metropolitano y el Centro de Convenciones.

El canal de la Cortadura también ha sido determinante para embellecer la laguna del Carpintero y ya más recientemente las obras emprendidas por la actual administración, que permitirán mejorar la fisonomía de este sitio turístico.

Con todo ello ha sido posible obtener una mezcla entre lo urbano y lo natural.

​ICGC

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