Será el misterio de la identidad de su autora, lo que muchos piensan se ha convertido en una estrategia mediática, pero contar con alrededor de 30 millones de lectores, en cuando menos 40 países, no es algo que se logre de manera sencilla en ninguno de los casos.
“Las novelas de Elena Ferrante me han tenido atado al sillón, leyendo y celebrando unas páginas donde la emoción nunca es banal: el dolor y la alegría de sentirse vivos están ahí para que el lector los haga suyos y todo lo que se dice es necesario, sin que sobre ni falte un solo adjetivo”, escribió el escritor español Juan Marsé.
Así, Penguin Random House anunció que el próximo 1 de septiembre aparecerá La vida mentirosa de los adultos, la nueva novela de Elena Ferrante, ambientada en la burguesía de Nápoles de los años noventa: una historia sobre el descubrimiento de la mentira, el amor y el sexo, protagonizada por una adolescente inquieta y curiosa que busca averiguar el secreto que esconden sus padres.
Publicado en Italia en noviembre de 2019, con este libro el sello Lumen completará en el presente año, el de su 60 aniversario, el catálogo Ferrante con la última novela de una de las escritoras más aclamadas por crítica y público de los últimos años.
Se tenía previsto publicar La vida mentirosa de los adultos el 9 de junio, pero la crisis provocada por la pandemia del coronavirus motivó en sus editores internacionales un cambio de planes colectivo, como lo explicó Eva Ferri, editora de Elena Ferrante en Italia:
“Aplazar la fecha de un libro tan importante en tiempos tan inciertos plantea una serie de desafíos. Pero todos queremos que los lectores experimenten plenamente la alegría de este lanzamiento; juntos, en los comercios, con sus libreros de confianza. Y esto es más probable que ocurra en septiembre, cuando el mercado global sea más fuerte”.
Uno de los aspectos que ha levantado mayor interés sobre la obra es la identidad de la persona que está detrás del nombre de Elena Ferrante, quien suele defender el derecho al anonimato con una frase: “No habría misterio alguno, para los medios, si mis libros hubieran recibido escasa atención, si no se le hubiera atribuido alguna importancia a mi identidad. Lo que pasó primero fue que los libros conquistaron un número creciente de lectores y después, solo después, los medios mezclaron los ingredientes para cocinar enigmas”.
vmb