Se trata de la artista María Antonieta Canfield, quien es catalogada como una creadora ecofeminista, porque al tiempo que promueve el cuidado de la ecología, pugna por el feminismo.
La joven pintora (México, 1985), quien este mes inauguró su más reciente obra mural Las Chamanas, con la consigna “Vivas y libres”, dice que realizó este mural de 25 metros de altura a rappel, descendiendo y ascendiendo por la superficie vertical, en la Ex Fábrica de Harina, un museo a cielo abierto de arte urbano.
- Te recomendamos En Colombia, artista realiza mural de Residente con sangre humana Cultura
“Es la representación de la fuerza de la mujer, de la ciencia y del conocimiento. Las mujeres que aparecen en la obra, simbolizan a la mujer como la unión de las mujeres, el apoyo, la sororidad y cómo es que entre ellas se pueden ayudar a confrontar a sus grandes demonios: el machismo y el patriarcado”.
Pintó esta obra monumental como parte de un trabajo de expresión feminista y en alusión a la insignia de la marcha feminista del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer: “'Somos las nietas de las brujas que no pudiste quemar’, ‘El patriarcado no se va a caer, lo vamos a tumbar’, y es que la productora Alessandra Carugui y yo tenemos un proyecto para hacer murales con temáticas feministas, ecologistas y humanistas”.
Foto: cortesía Antonieta Canfield
Relata a MILENIO que el feminismo le salvó la vida hace cuatro años: “Si yo no hubiese creado lazos con la gente que se me acercó en el momento en que yo tenía una relación con una persona violenta y manipuladora, no hubiese salido de ese entorno”, asegura.
Independiente y decidida
En busca de sus sueños, se fue a estudiar a Europa; ella pagó sus estudios dibujando caricaturas en la calle. En Italia tomó clases de pintura renacentista y restauración, de ahí viajó a Bélgica para estudiar en una escuela de artes visuales y ahí conoció a artistas grafiteros.
“Empezamos a realizar experimentos en la calle para ver quién pintaba cosas más grandes y ahí se me ocurrió hacer trabajo a rappel. En mi formación en el trabajo vertical tuve muchos cómplices, entre ellos a escaladores y fue así como me volví la primera mujer en practicar trabajo vertical y pintura mural en Latinoamérica”.
Indica que como buena mexicana, para ella es muy importante el muralismo, sencillamente porque es un arte para todos, ya que representa a la gente, a la sociedad, y al pueblo en las más diversas circunstancias.
“Veo todo desde una perspectiva que no importa que tan doloroso o complicado sea el panorama, mis murales siempre intentan ser positivos y hermosos mi portafolios es muy colorido y muy ecológico, con el deseo de que la gente tenga un descanso en su vida diaria, para que quien se detenga en un semáforo y vea uno de mis murales, reflexione y se relaje”.
Se ha apartado del mundo de lo digital porque a ella le gusta pintar sus murales con brocha, no con spray porque contamina.
Desde 2015 que regresó de Europa y pasó el trago más amargo de su vida, el feminismo está presente en su obra: “Este camino feminista me llevó a conocer gente increíble y a encontrar una manera de politizar mi obra, con la finalidad de difundir y promover este mensaje de cambio, de transformación social y del espacio que las mujeres estamos tomando ahora”.
Foto: cortesía Antonieta Canfield
Postura que le valió ser invitada a diversos festivales y hasta por la misma ONU, organización que la convocó para que pintara un mural en Ciudad Juárez, con un mensaje contundente contra la trata de personas.
“En Italia hice un mural y una exposición, además participé en el festival Las mujeres de ciencia, en Valencia, en el proyecto Dones de Ciencia impulsado por el Centro de Innovación las Naves, la Universidad Politécnica de Valencia y el Ayuntamiento de la ciudad, con la intención de inspirar a las niñas a elegir carreras relacionadas con la ciencia”.
El mural Las Chamanas se puede visitar en la Ex Fábrica de Harina, ubicada en la avenida Aquiles Serdán 106, en la Alcaldía Miguel Hidalgo.
Feminismo de 25 metros
Las Chamanas es una obra monumental de 450 metros cuadrados que cubre el primer silo (contenedor de almacenamiento) de la Ex Fábrica de Harina, en Ciudad de México, y a decir de la artista, es un mural icónico de la fuerza femenina.
hc