Las mujeres en el rock: combativas y sin límites

Libro

Miguel Ángel Bargueño muestra el lugar que ocupan las rockeras en la música

Bargueño analiza cuál ha sido el papel de la mujer en el rock. (Especial)
Israel Morales
Monterrey /

En su obra Las chicas son rockeras, el autor español Miguel Ángel Bargueño analiza cuál ha sido el papel de la mujer en el rock, desde los 50 hasta la actualidad. Mujeres que se han mostrado combativas, que han contribuido a implantar cánones y que han roto límites para propulsar tendencias en el rock.

La primera referencia es a Big Mama Thornton y su éxito “Hound dog”, de 1952, que grabó Elvis en 1956, y que no tuvo el reconocimiento que merecía hasta años después como una de las grandes del blues.

Hay datos interesantes. Por ejemplo que una de las primeras canciones feministas de la historia fue grabada por la neoyorquina Lesley Gore en 1963, quien con solo 17 años lanzó “You don’t own me”.

Se destacan figuras como Siouxie Sioux, fundadora de Siouxie & the Banshees, como símbolo e influencia de bandas del postpunk, rock gótico y alternativo como The Cure y Radiohead, o Chrissie Hynde, quien al frente de The Pretenders desde 1979 se le considera una de las rockeras más convincentes de todos los tiempos.

Por supuesto está Madonna: “Sin necesidad de discursos, solo a través de sus canciones, estética y estilo de vida, se ha convertido en portavoz de la rebeldía femenina”.

En los 80 había que reivindicar el papel de la mujer en el soul, y Aretha Franklin era un ejemplo musical a seguir. Annie Lennox, de Eurythmics, la invitó a cantar a dúo “Sisters are doin’ it for themselves”, “un tema feminista que refutaba la idea de que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer”.

Se destaca a Linda Perry como una de las compositoras más solicitadas de los últimos años, por artistas como Pink o Alicia Keys. También se le reconoce como parte de 4 Non Blondes, banda de solo dos hits de San Francisco.

En los 90 lanzan a las Spice Girls y con su música pop bailable nace el mensaje del girl power. Esa influencia la retomó otra gran intérprete: Adele.

Entre una larga lista de mujeres rockeras y sus aportes a la música, el autor menciona que el título del libro se debe a que su hija cuando era pequeña no podía pronunciar el nombre de la banda Girlschool y les llamaba “las chicas rockeras”. De ahí el nombre.

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