Un objeto artístico y académico que revive la obra multifacética del pintor y escenógrafo Antonio Ruiz, El Corcito, es el que se brinda en el libro Antonio Ruiz. El Corcito. Montajes y escenas del México moderno, el cual fue reconocido con el prestigioso premio Antonio García Cubas 2025, un galardón que celebra la excelencia en edición y la riqueza cultural de México, otorgado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El libro premiado se estructura como un montaje teatral dividido en actos para reflejar la relación integral de El Corcito con distintas disciplinas artísticas como el cine, ballet y teatro, dice la editora, Dafne Cruz.
En entrevista con MILENIO, destaca que este volumen es “literalmente un objeto de arte. La estructura del libro va cambiando de acuerdo a cada acto, haciendo una cuestión muy teatral que acompaña el título Montajes y escenas de México moderno”.
La idea fue “ofrecer un ‘extra’ a los lectores; era fundamental para hacer una obra tan completa y entrañable que acercara no sólo al pintor sino también a la persona”.
La colaboración entre el Museo Amparo y el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, junto con el apoyo de directores y equipos editoriales, subraya, resultó fundamental para lograr un producto final con “imágenes, fotografías y una materialidad que rara vez se ve en libros académicos”.
Cruz, agrega que: “Fue un esfuerzo conjunto, y esto se nota en la excelencia y riqueza del libro. En él encontrarán además de una pieza editorial, una invitación a redescubrir la obra de un gran artista que dialogó con múltiples disciplinas artísticas y tejió redes con grandes intelectuales de su época. Es un homenaje vivo a la riqueza cultural que define el México moderno”.
Con esta obra editorial y la exposición que la acompañó, sostiene Dafne Cruz, el Museo Amparo se reafirma como un referente nacional e internacional en la preservación, investigación y difusión del patrimonio cultural artístico, demostrando que la colaboración interdisciplinaria es el camino para crear proyectos que verdaderamente vibran con la relevancia histórica y estética que merecen.
—¿Dafne, qué significa para ustedes y para el equipo haber obtenido el premio Antonio García Cubas 2025?
Es una doble satisfacción enorme porque este reconocimiento es resultado de una colaboración entre instituciones, artistas, académicos y diseñadores. Luis Vargas y yo trabajamos con un equipo apasionado, desde el Instituto de Investigaciones Estéticas y el Museo Amparo, hasta la diseñadora Débora Guzmán, cuyo talento fue fundamental para que el ejemplar fuera no solo un libro, sino un objeto artístico en sí mismo. Este premio valida que se puede armonizar un alto nivel académico con un diseño editorial excepcional.
El galardón no es para nosotros, como investigadores o editores, sino para toda la comunidad dedicada al estudio y difusión del patrimonio cultural en México. Representa un esfuerzo colectivo que resalta la riqueza y complejidad del arte moderno mexicano a través de figuras emblemáticas como Antonio Ruiz, El Corcito.
—¿Qué destaca en el catálogo que lo hace tan especial?
Lo especial del catálogo es cómo logramos combinar material académico riguroso con un diseño que respeta la obra desde una perspectiva multidisciplinaria. El Corcito no solo fue pintor, sino que tuvo una gran influencia en el cine, teatro y ballet, y eso se refleja en la estructura que sigue los actos de una obra teatral. Además, incluimos material inédito como cartas y bocetos que abren nuevas interpretaciones a su trabajo.
También nos enorgullece la participación de jóvenes investigadores y restauradores, quienes hicieron fichas comentadas detalladas sobre obras icónicas. Esto expandió la mirada hacia el análisis fino de cada pieza, mostrando un panorama completo de la obra y legado de Antonio Ruiz.
—¿Cómo fue la colaboración entre Fundación Amparo y el Instituto de Investigaciones Estéticas?
Fue una verdadera sinergia. Mientras Luis y yo definíamos contenidos y la estructura, la diseñadora Débora Guzmán trabajaba muy de cerca con Elena Téllez, del Museo Amparo, en la corrección y el cuidado editorial. Silvia Rodríguez fue clave en la coordinación. Además, con el apoyo y la disposición de nuestros directores, Angélica Velázquez y Ramiro Martínez, se construyó un ambiente ideal para crear un libro académico de alta calidad, con imágenes, fotografías y una materialidad enriquecida que rara vez se logra en este tipo de publicaciones.
Este tipo de colaboraciones interdisciplinarias y entre instituciones es el camino para impulsar proyectos que verdaderamente dejen una huella. El libro, la exposición y todo lo que ha girado en torno al proyecto han sido un disfrute profesional y personal para todos nosotros.
—¿Por qué acercarse a la obra de Antonio Ruiz a través de esta publicación?
Es un acercamiento humano y complejo que va más allá del lienzo para mostrarnos la riqueza de un México moderno en escena.
Este libro es una oportunidad para entender la importancia de la interdisciplinariedad en el arte y la cultura; que se sientan motivados a explorar, a imaginar y a construir sus propias lecturas y maquetas, como la escenografía que proponemos en sus páginas.
PCL