Valeria Luiselli radica en Nueva York desde hace varios años, considerada en la actualidad como uno de los centros de la pandemia del Covid-19 no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. En ese confinamiento, la escritora recibió la noticia de que había obtenido el Premio Rathbones Folio 2020 por el libro Lost Children Archive, publicado en español con el título de Desierto sonoro (Sexto Piso, 2019).
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“La epidemia ha relativizado muchas cosas para mí. Una de ellas es cómo este tipo de momentos históricos te hace consciente de tu fragilidad y de la fragilidad del mundo que te rodea. En ese contexto, lo que a mí me parece más importante es que colectivamente los seres humanos, los gremios artísticos y distintas agrupaciones sigamos creyendo ferozmente en lo que hacemos.
“Que me hayan dado el premio, en medio de una pandemia, me parece importante, porque es una manera de no claudicar, de no dejar que se hunda el barco y, sobre todo, de reconocer que lo que hacemos —hablando del gremio literario— vale la pena y que creemos en lo que hacemos: creemos en los libros como algo mucho mayor, como vehículos de algo que va a sobrevivir a todos”.
En una charla telefónica, la también autora de títulos como Los ingrávidos y La historia de mis dientes recuerda los libros que se han escrito durante las guerras o en las cárceles, lo que la lleva a reflexionar en torno a la responsabilidad colectiva de los escritores, “tratando de dejar un documento de estos tiempos y saber que ese documento nos va a sobrevivir y estará ahí para las generaciones futuras y podrán recurrir a él para articular una visión del mundo más rica, más compleja, en algunos casos, más hermosa”.
“Creo, aunque quizá soy demasiado optimista, que la pandemia nos va a cambiar profundamente y para bien. Muchas cosas que damos por hecho en la actualidad, de la manera tan inconsciente en que consumimos, en que consumimos el espacio público, se estarán revalorando de manera profunda: sobre todo nuestras conexiones con otros, la manera de estar con otros”, en palabras de Valeria Luiselli.
LA VISIÓN DEL MUNDO
Desierto sonoro comienza como el recorrido por el territorio estadunidense de una pareja de documentalistas en busca de información para sus trabajos, pero en el camino se convierte en una reflexión en torno a la migración, en especial a la experiencia de miles de niños que cruzan la frontera en busca de sus padres.
“Se trata de un documento de la violencia política ejercida periódicamente por los gobiernos hacia comunidades del interior de sus países, a las que consideran comunidades no deseables como lo fueron los nativo americanos, a quienes aislaron en reservaciones en su momento; los japoneses, a quienes encerraron en campos de aislamiento durante la segunda guerra mundial; los centroamericanos y mexicanos, segregados en centro de atención, o los afroamericanos esclavizados y ahora encarcelados masivamente”.
Su reto, dice, “es permanecer lúcida, disciplinada, honesta, para poder hacer lo que más me gusta: escribir. Mirarme a mí misma con honestidad, no perder nunca la capacidad de autocrítica”.
Y ADEMÁS
PENSAR Y CREAR EN DOS LENGUAS
Valeria Luiselli habla inglés y español, y también italiano aunque no con la misma fluidez, de ahí su certeza de que su identidad se construye en esos dos idiomas. “Mi experiencia del mundo no varía tajantemente entre lengua y lengua, sino más bien se produce desde esa pluralidad lingüística. Escribo en uno o en el otro y, a veces, mis notas empiezan en un idioma y terminan en otro”, asegura la escritora.