Ambientada en la época de la Revolución Mexicana, la película “La Escondida”, protagonizada por María Félix y Pedro Armendáriz, fue filmada en la hacienda San Francisco Soltepec, localizada en el camino de Huamantla a San Juan Ixtenco, a 51 kilómetros de la ciudad de Tlaxcala.
Por el film, perteneciente a la época de oro del cine mexicano, a la finca también se le conoce como “La Escondida”.
La producción inició el 4 de noviembre de 1955 en los Estudios Churubusco y en la hacienda, cuya fachada es estilo castillo medieval, el rodaje duró cuatro meses, aunque la actriz solo estuvo mes y medio, menciona Alejandro Zamora Ríos, miembro del Consejo General de la Hacienda.
Añade que fue durante la filmación que el inmueble fungió por primera vez como hotel, ya que ahí se alojaron los actores y parte del equipo de producción, encabezado por Roberto Gavaldón, quien la dirigió.
Cabe destacar que la obra está basada en la novela homónima escrita por Miguel N. Lira en 1947 y adaptada por Gunther Gerzso y José Revueltas.
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El drama, que se sitúa en 1909, tiene como escenario ficticio a la Hacienda del Vergel. Ahí, Gabriela, una vendedora de aguamiel, la cual es protagonizada por “La Doña”; y Felipe Rojano, un peón interpretado por Armendáriz, se enamoran profundamente luego de conocerse. Ambos, hijos de peones, planean casarse, pero su proyecto se ve truncado luego de que Felipe se culpa de un delito el cual no cometió pero que es inculpado a su prometida. Él lo hace para salvarla.
“La tienda de raya, que entonces fungía como miscelánea, la utilizaron para la escena donde ‘Gabriela’ tomó las monedas, que da pie al nudo narrativo”, evoca.
Cuenta que al pactarse que el inmueble sería empleado como locación, le ofrecieron a la originaria de Álamos, Sonora, la recámara que utilizaba Josefina Alarcón Bretón, abuela de los actuales propietarios, lo que inicialmente rechazó porque la habitación carecía de cuarto de baño.
“Entonces mi abuelo, Don Pepe Zamora, se apuró y en cuestión de semanas le hizo uno”.
Dice que por ese hecho se determinó ponerle el nombre de la actriz mexicana a la suite presidencial del ahora hotel en el 2007, fecha en que murió Doña Josefina y se remodeló el cuarto.
Destaca que en memoria de su abuela se respetaron el orden y diseño original, aunque ya no son los mismos muebles. En la suite se puede observar un cuadro al óleo de “La Doña”, el cual fue pintado por el artista Mario Uscanga, originario de Huamantla, Tlaxcala.
Refiere que para desarrollarlo se basó en una foto de la película “‘Enamorada’, porque no encontró ninguna foto de ‘La Escondida’ que le sirviera. Sólo le agregó el paisaje de fondo de la hacienda”.
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En la recreación se le ve a María Félix con el atuendo típico de la época, es decir, nahuas adornadas con listones de vistosos colores, una blusa blanca con añadidos de listones haciendo juego con la falda, rebozo de bolitas y unos zapatos blancos.
Dicha habitación tiene el piso de madera, material que se empleó en el resto de los muebles, todos con un estilo colonial. Llaman la atención los vistosos roperos y la amplia cama con dosel, mismo que se encuentra cubierto con cortinas.
El lecho se remata con un pie de cama, el cual tiene la forma de un banco alargado, mismo que está acojinado y forrado con tela del mismo tono de las sillas de la mesa de noche y de la sala que se localiza en la primera pieza.
Como remate de la habitación existe un candil de cristal estilo francés Baccarat, lo que le da una excelsa iluminación, que se complementa en el día con los ventanales de madera.
Narra que el otrora cronista de Huamantla, Don Manuel de la Vega Moreno, contó que los primeros que llegaron para elegir la locación fueron Roberto Gavaldón y Gabriel Figueroa.
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