La historia del escritor sueco Stieg Larsson, aunque es un tanto extraña, no es nueva en el mundo literario. Falleció de manera inesperada después de entregar a su editor el tercer volumen de la serie Millennium, antes de ver publicado el primero.
Lograr su publicación resultó complicado: rechazado por grandes editoriales, recayó en otras independientes hasta que su muerte le dio una oportunidad, aunque no lo supiera, ni que sus tres novelas serían un fenómeno publicado en 50 países y con más de 80 millones de lectores.
Tal fue el interés producido por la saga, que después de Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire el periodista y escritor David Lagercrantz fue contratado para hacerle un seguimiento a la historia, con Lo que no mata te hace más fuerte, El hombre que perseguía su sombra y ahora La chica que vivió dos veces, con la que se cierra la serie Millennium.
Para Carmina Rufrancos, directora literaria de Planeta, “La saga ha sido tan importante porque toca temas muy sensibles y actuales. Cuando salió la primera novela lejos estaba el #MeToo, pero desde entonces aborda de manera directa y abierta situaciones de violencia hacia las mujeres y en eso radica su genialidad, al ser un precursor de temas vigentes en la actualidad”.
Todos los títulos, que han aparecido bajo el sello de Destino, mantienen a Lisbeth Salander como protagonista en La chica que vivió dos veces, enfrentada a escándalos políticos y enigmas de las más altas esferas del poder. Al ser el final de la serie, se tuvieron cuidados tales como que Lagercrantz no tuvo acceso a internet para evitar a los hackers y que solo dos personas tuvieran acceso al manuscrito original.
Una trama llevada al cine que rompió estereotipos: si vende mucho, no tiene calidad. Las protagonistas tienen que responder a cánones, pero no tiene por qué ser así y Rufrancos lo señala: “es el final de un personaje del que costará trabajo desprenderse y también de una propuesta editorial arriesgada, aunque no novedosa, al mantener la serie de Larsson a Lagercrantz y sin ruptura en la continuidad”.
VEREDICTO
9.6
Edición: 10
Historia: 9.5
Traducción: 9.5