‘Humanum’ muestra arte figurativo en San Luis Potosí

La exhibición reúne 66 obras entre pinturas y esculturas de gran formato.

La exposición estará abierta hasta el 18 de mayo. (Especial)
Gabriela Gorab
Ciudad de México /

Hasta el 18 de mayo, el Museo Caja Real de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) alberga Humanum, una exposición colectiva de arte figurativo contemporáneo curada por el artista y gestor cultural José Parra. 

La muestra reúne 66 obras entre pinturas y esculturas de gran formato, consolidando la edición más ambiciosa del proyecto hasta la fecha.​

Desde su primera presentación en 2023 en el Museo Agustín Rivera de Lagos de Moreno, Humanum ha itinerado por diversos espacios culturales, incluyendo el Museo Iconográfico del Quijote en Guanajuato, el Museo de la Ciudad de León y el Museo Metropolitano de Monterrey. En cada sede, la exposición ha evolucionado, incorporando nuevas obras y perspectivas sobre la figura humana.​

Humanum es un recorrido por el laberinto de la condición humana a través de la narrativa de la figuración contemporánea”, explica Parra, quien ha articulado el proyecto desde un enfoque orgánico y horizontal, priorizando afinidades estéticas, conceptuales y humanas entre los participantes.​ El proceso curatorial se basa en la confianza en la trayectoria y calidad de los artistas.

La inclusión de obras de gran formato en esta edición representa un hito para el proyecto. “Fue un salto de fe. El proyecto es independiente, lo que implica una logística más compleja, pero el cambio en la percepción del público al ver piezas de gran formato ha sido fundamental. Fue una gran idea del curador Álvaro Gómez insistir en esta dimensión”, afirma Parra.​

Matices múltiples

La colaboración con la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y su Secretaría de Difusión Cultural ha sido clave para el éxito de esta edición.

“Me sorprende cómo combinan los medios tradicionales con redes sociales de gran actividad. Durante la inauguración, su agenda fue impecable y aprovecharon al máximo la visita de los artistas participantes, me paré inmejorable”, destaca Parra.​

Humanum no solo es una exposición de arte, sino una invitación a la introspección y al diálogo sobre la naturaleza humana.

“Creo que el arte, como la filosofía, responde a través de otras preguntas, sólo que se vale de la emoción. La exposición busca ser un espejo, que cada visitante se reconozca en sus múltiples matices, que se abra a la posibilidad de que somos más que la carne que habitamos. Y entonces, ¿qué somos? La respuesta es siempre individual. Espero que esta muestra sea una buena herramienta para esa búsqueda”, dice Parra.​

Al explorar la piezas de Humanum, es imposible no sentirse conmovido por la dedicación y el talento evidentes en cada obra. La calidad técnica y la profundidad conceptual de las piezas reflejan un compromiso genuino de los artistas con su oficio y con la exploración de la condición humana. En un mundo cada vez más acelerado, esta exposición nos invita a detenernos, observar y reflexionar sobre lo que significa ser humano.​

“La organización es muy natural y colectiva, basada en el diálogo. Las invitaciones se hacen al interior del mismo grupo”, señala Parra.

Esta metodología ha permitido que la exposición mantenga una coherencia temática y estética, a la vez que incorpora una diversidad de enfoques y técnicas.​

La visión de los creadores

En esta edición participan 34 artistas: Andrés Alarcón, Andrés Fidel, Angie Vega, Carlos Cortés, Carlos Larracilla, César Plascencia, Dan Montellano, Diego Ayala, Edén Mir, Elena Manero, Emmanuel Huerta Casillas, Enrique Morett, Felipe Cifuentes, Germán Suárez-Béjar, Granna, Homero Regla Melkart, Jorge de la Cruz, José Luis Malo, José Parra, Juan Pablo Zamora, Mer Rodríguez, Miguel Alejandro, Miguel Casco, Nidia González, Ofelia Andrades Madariaga, Patricia Sánchez Saiffe, Paulina Goca, Paulina Jaimes, Rocío Caballero, Rocío Coffeen, Salvador Santana, Sergio Garval, Sofía Martín y Yoel Díaz Galvez.​

Humanum ha itinerado por el Museo Iconográfico del Quijote en Guanajuato y el Museo Metropolitano de Monterrey. (Especial)

En la obra presentada en Humanum, el artista colombiano Andrés Alarcón convierte el lienzo en una extensión de la piel, explorando el cuerpo como un órgano de transformación y memoria. Sus figuras habitan espacios íntimos donde el silencio y la cotidianidad se funden con la temporalidad. La pintura, más que un medio, se vuelve un lenguaje que revela la vida inmaterial a través de texturas, matices y veladuras.

“La transformación del cuerpo sometido al paso del tiempo y la proximidad de la muerte hacen de la superficie del lienzo y de la piel órganos vivos y metáforas que develan la vida inmaterial”, compartió Andrés.

Ofelia Andrades, artista chilena, abarca composiciones grandes y complejas que están pintadas con precisión y técnica clásicas y, a menudo, emplea efectos de claroscuro para aumentar el dramatismo. Velázquez, Caravaggio y Rembrandt son los tipos de maestros que claramente han influido en el enfoque de esta pintora.

La inclinación de Andrades por el arte fue evidente desde la infancia. Asistió a talleres desde temprana edad, aprendiendo diversos enfoques tanto del dibujo como de la pintura. Su formación formal comenzó en la Escuela Experimental Artística, donde obtuvo un título técnico en pintura y gráfica. Luego asistió a la Universidad de Chile, donde realizó una Licenciatura en Artes Visuales. 

Una estancia de dos años en Londres permitió a Andrades perfeccionar sus habilidades y ampliar aún más su educación, y cuando regresó a Chile en 2014, continuó pintando y enseñando allí. Andrades persigue la alegoría y el simbolismo en sus composiciones de múltiples figuras, a menudo comunicando mensajes con connotaciones psicológicas y filosóficas.

“El mundo de la representación siempre ha sido fascinante para mí. A menudo me imagino cómo es estar dentro de la pintura, ser uno con la pintura. Por lo tanto, normalmente estoy en la composición como uno de los personajes; generalmente es autobiográfico

"Me gusta especialmente explorar el mundo del simbolismo en torno a lo femenino, así como la psique misma, las etapas de la vida y el drama de luces y sombras en el proceso psicológico. Me gustan las escenas sugerentes y abiertas, con una atmósfera cargada de ensoñación, donde se mezclan realidad y ficción y se pierden los límites. Alegoría VI es una de esas pinturas”, comparte Ofelia Andrades.

La artista ha expuesto de manera global, en incluidos importantes museos y galerías, y ha recibido varios premios. Sus pinturas se encuentran en colecciones públicas y privadas y actualmente trabaja tanto en Santiago (Chile) como en Ciudad de México.

BSMM

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