Museo Nacional de Arte ofrece un 'festín de sabores' en su nueva exposición

La propuesta curatorial ofrece un acercamiento a la alimentación y a la gastronomía en sus diversas representaciones culturales en México y en el mundo.

El montaje es una reflexión y acercamiento al alma de nuestras tradiciones, según la curadora María Estela Duarte. (Foto: Araceli López)
Ciudad de México /

Una revisión estética de la comida desde la época prehispánica, pasando por el arte europeo y virreinal, hasta llegar al arte contemporáneo, es lo que se puede apreciar en la exposición Festín de sabores. Banquete mexicano, en el Museo Nacional de Arte (Munal).

Es una muestra única y excepcional que ofrece un acercamiento a la alimentación y a la gastronomía en sus diversas representaciones culturales en México y en el mundo.

En palabras de la curadora María Estela Duarte, este montaje es una reflexión y acercamiento al alma de nuestras tradiciones, por medio de una revisión artística.

La exhibición reúne 300 piezas procedentes de 70 colecciones particulares e institucionales, alrededor de la comida, las cuales estarán divididas en seis núcleos temáticos: Preámbulo, Histórico, El mercado y sus derivados, La intimidad de la cocina; Bodegones, y La comida actual.

En este recorrido histórico, la gente puede explorar cómo era la cocina prehispánica, cómo fue cambiando y enriqueciéndose con alimentos que llegaron de Europa, así como la forma en que estos platillos han evolucionado hasta llegar a la comida rápida.

“Tratamos de hacer una historia, construirla a partir de nuestra propia óptica con los que fuimos encontrando. Al menos lo que he conocido a lo largo de 48 años, y se me llena la boca de felicidad al de decirlo: mercados de todo tipo, que los hay preciosos, como los de Guanajuato, Estado de México, y el propio Mercado Abelardo Rodríguez, con un singular proyecto cultural”, refiere la curadora mejor conocida como Teli Duarte.

Lamenta que al realizar una investigación sobre la comida en libros de historia del arte, se toparon básicamente con algunos que tocan el tema de los bodegones, o sobre el trabajo de un determinado artista, pero no encontraron un libro sobre esta temática.

“Por lo que esta exposición es la primera que aborda y construye un registro histórico y artístico sobre la comida, empezando con una sala introductoria dedicada básicamente al maíz, alimento que nos acompañará por los siglo de los siglos, al chile, al cacao y a los frijoles, que se expendían desde el mercado de Tlatelolco, mismo que fue recreado por la maqueta del Museo Nacional de Antropología, recinto que nos prestó un video explicando la función de ese mercado prehispánico”.

Explica que la muestra, desarrollada en el marco del 40 aniversario del Munal, parte de una pintura introductoria de Ángel Zárraga (Durango, 1886, Cuernavaca 1946), aunque está pintada en España en 1910, es de una belleza del arte del simbolismo que habla de que un pintor recreó una mesa con fruta, así como con pan y agua llevada por dos mujeres.

Con obras generalmente de los siglos XIX, XX y XXI, la muestra cuenta con una creación del arte novohispano. La pieza más antigua es El Banquete de Baltazar, una tabla flamenca fantástica del siglo XVII.

"Tenemos una alternancia del mismo tema en diferentes momentos con amables cruces y coincidencias". La exposición, asegura Duarte, es amable, no se necesita saber historia del arte para disfrutarla.

En un ambiente colorido, el visitante se adentrará a los mercados, a las cocinas, a los comedores y a las alacenas. La historiadora del arte sostiene “que es una exposición diferente porque hace mucho tiempo que no vemos este tipo de pintura, ya que se están mostrando piezas que casi nadie conocía”.

Junto con el equipo curatorial, decidió que el público estuviera inmerso en el mundo de los bodegones con tradición europea, pero que también conociera las versiones mexicanas y académicas.

Por eso en la exposición se encuentran los bodegones tradicionales, que aluden a nuestras actividades decembrinas.

“Estamos en momentos aciagos, por eso esta exhibición nos nutre porque llevamos siempre a nuestras tradiciones culinarias, ya que nuestra comida tradicional es considerada parte del patrimonio intangible, aunque hemos pasado de los mercados a la globabización”.

En este montaje no podía faltar la obra La vendedora de frutas, de Olga Costa, que ocupa una de las salas, pues es uno de los cuadros más conocidos.

Hay también menús históricos prestados por el Castillo Chapultepec, que documentan una comida de Benito Juárez, Porfirio Díaz, y la organizada con motivo del Centenario de la Independencia; además de un menú compuesto por un poema de Octavio Paz, detalló Emmanuel Ortiz, quien también participó en el montaje curatorial.

La exposición va desde el elote y termina con McDonald’s y las golosinas, donde se aprecian las pinturas del artista mexicano Juan Carlos del Valle, entre otros.

La muestra cierra con una puesta escenográfica del maestro Alfredo Marín, quien es un verdadero artista de la creatividad con una mesa decorada, acompañada por pequeños trasteros colgados en las paredes.

De forma paralela a la exposición ofrecerá un programa académico virtual en el que diferentes especialistas hablarán de diversos temas relacionados con la cultura gastronómica, entre ellos estarán: Carmen López-Portillo Romano, Ángeles González Gamio, Ricardo Muñoz Zurita y José Iturriaga de la Fuente.

PCL

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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