El mural que Leopoldo Flores heredó a la Preparatoria Nezahualcóyotl de la UAEMex

El mural no sólo realza la figura del personaje que da nombre a la institución, sino que además fortalece los símbolos de identidad mexiquense, refiere el cronista del plantel, Federico Martínez Gómez.

El mural encaja en el arte abierto.
Toluca /

Uno de los legados del artista tenancinguense Leopoldo Flores, se encuentra también plasmado a través de un mural esgrafiado en el plantel de la Escuela Preparatoria Nezahualcóyotl de la UAEMex en la ciudad de Toluca, el cual fue creado en 1982 con la finalidad de resaltar la grandeza del rey poeta, Nezahualcóyotl, por quien fue inspirado y que además es considerado como patrimonio cultural de la Casa Máxima de estudios mexiquense.

Según el cronista del plantel, Federico Martínez Gómez, el mural no sólo realza la figura del personaje que da nombre a la institución, sino que además fortalece los símbolos de identidad mexiquense, en general, y universitaria, en particular. Cuenta con una dimensión de 2.80 x 15 metros y está ubicado al poniente de la Biblioteca del plantel de cara al sol naciente.

"Sintetiza la trascendencia espacial y temporal al amor al arte"

Recalcó que el mural encaja en el arte abierto, ya que se encuentra al aire libre y “dependiendo del punto de vista y de la luz predominante, se perciben distintas tonalidades y se sugieren diversas interpretaciones”. La obra, refirió, “sintetiza la trascendencia espacial y temporal a la tenacidad, sensibilidad y amor al arte y la cultura del rey poeta, refleja el titán del pensamiento y la sensibilidad que se aventuró por los laberintos del descubrir metafísico, llegando a la concepción de un Dios único, inmaterial, invisible, impalpable, dador de la vida y de la muerte al cual rendía culto lo íntimo de su ser”.

El coyote, el hombre y la mujer

Detalló que en el mural destacan dos elementos: el hombre y el coyote, asimismo, “se percibe el rostro y corazón, el volumen y la profundidad, así como el ayuno del coyote que se traduce en el ansia del conocimiento, en la flor y canto que se conjugan entre los efectos de la luz y sombra, sumándose al conjunto vegetal de ornato que se encuentra al pie de la obra”.

También la obra del autor dijo “evoca uno de los momentos más sublimes de la naturaleza de la mujer, la maternidad, como un símbolo dador de vida, en una relación con una de las aves más hermosas por su maravilloso plumaje de variados colores que provocan un brillo metálico, por su desplazamiento de saeta hacia arriba, abajo, al frente y hacia atrás, pero sobre todo, por su suspensión en el aire para explorar y nutrirse de energía vital”.

Señaló que con el mural, el plantel no solamente es partícipe de un homenaje al rey poeta, sino también a Leopoldo Flores, dos artistas mexiquenses que considera que transmitieron la práctica del humanismo como esencia del ser y quehacer de la Universidad, por lo cual es fundamental difundir su valor cultural, artístico e histórico.


KVS

  • Aranxa Albarrán

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