En el marco del Día del Artista Plástico, el escultor poblano Bernardo Luis López Artasánchez, consideró que su mejor obra es la familia y la perseverancia, superando siempre la escultura que hará respecto a la que ya presentó.
En entrevista con MILENIO Puebla, detalló que ha realizado diversas obras y se encuentran en 16 estados, por lo que recuerda que la primera fue una escultura de un caballo.
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"No solo es un talento sino el alma para desarrollarlo. La mejor obra de mi vida es vivir en plenitud, mi familia, mis amistades; siempre eres perfectible, el arte es una aspiración a la perfección, estoy en un proceso de perfección y trabajo para ser mejor esposo y papá", dijo.
López Artasánchez agregó que es un artista que plasma sentimientos a través de la escultura y fotografía "y depende de ti que tanto creas en la misión de vida".
"Yo plasmo momentos, emociones; plasmó sentimientos a través de texturas, formas y colores y eso que plasmo despierta sentimientos al espectador" apuntó al revelar que el mejor momento en el que llega la inspiración es cuando está sensible.
"La inspiración eventualmente llega pero debes estar trabajando. El artista jamás descansa, está en tus sueños, yo tengo una sección simpática en redes sociales donde digo que la rata gira, el loro habla y el mono maneja, la rata no para. Nosotros tenemos prohibido descansar y siempre estás creando, es una consagración de vida, el arte siempre lo estás pensando".
Reconoció que es muy exigente y al tener en su casa al mayor número de obras, siempre busca perfeccionar lo ya realizado: “La mejor obra de mi vida siempre será la siguiente".
Con más de 140 esculturas, entre ellas la Juan Pablo Segundo en el puerto de Veracruz; la Plaza Bicentenario de Pachuca, Hidalgo; la megaescultura de Basaseachi en Chihuahua; y hasta de Porfirio Díaz en el municipio veracruzano de Orizaba, el escultor relató cómo un encuentro fortuito con Donald Trump en 2010 le dio la oportunidad de construir una escultura inspirada en el magnate.
López Artasánchez señala que conoció a Trump durante un concierto de Roger Waters en Nueva York y al mantener una conversación con él, acordó enviarle un busto en resina con su imagen, el cual fue recibido ese mismo año.
Tiempo después, la asistente de Trump se comunicó con el artista para informarle que, el entonces presidente electo de los Estados Unidos, le compraría la misma pieza en bronce, por lo que en 2011, López Artasánchez se trasladó a la Torre Trump, ubicada en la 5ta. Avenida de Nueva York para entregar la obra en persona.
En este tenor, se dijo orgulloso de haber hecho este tipo de escultura y que trabaja día con día para hacer más, compartió que uno de sus sueños es la realización del Museo Bernardo y plasmar todas sus obras.
AFM