La obra 1569. El misterio está basada en un texto del historiador y dramaturgo Miguel Del Castillo. La puesta en escena —que se estrenó este fin de semana en La Titería— es “un thriller, una historia de suspenso, una historia de un robo contextualizada en México”, cuenta en entrevista Adrián Asdrúbal Galindo Vega, director de la obra.
“El texto que escribió Miguel Del Castillo está basado en investigar a Bernardino de Sahagún, un misionero franciscano que tuvo la tarea de unir la cultura católica de los españoles con las creencias de de los pueblos originarios; lo que hizo fue escribir la Historia general de las cosas de Nueva España. Es uno de los primeros historiadores culturales de nuestro país que trata de comprender la cultura de los pueblos originarios para poder dialogar con ellos para ayudarles a entrar al nuevo mundo que proponían los españoles”.
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La propuesta de la compañía de teatro Onirismos busca combinar los juegos y la escena. En su investigación del doctorado en artes, Galindo Vega analiza la idea de cómo conjugar estos dos elementos: "la idea de que la escena es un convivio, de que nos reunimos en un espacio físico para ver que la ficción se hace frente a nuestros ojos es una expresión muy conocida, pero lo que busco en mi investigación es retomar de alguna manera la escena expandida, porque también reunirte con los amigos a jugar Calabozos y dragones o a jugar cualquier juego de mesa es un convivio, también surge cierta ficción enfrente de nosotros”.
Basados en esta investigación surge la idea de 1569. El misterio, no como una obra convencional, sino dándole al público un rol dentro de la puesta en escena, en este caso, el del protagonista de la historia, explica Adrián Asdrúbal Galindo Vega.
La obra se presenta en el contexto de los 500 años de la resistencia indígena: “Miguel del Castillo nos contó que existe un tomo perdido que narra la visión de los indígenas de la conquista en donde nosotros como indígenas narramos que la conquista en realidad fue una estrategia, no lo vivimos como conquistados, sino la vivimos para sobrevivir y no llegar al exterminio. Es un rumor del cual surge toda la obra, que propone justamente que el tomo sí existe, sólo que hay personas que lo quieren para beneficiarse y que mandan a un equipo de ladrones de objetos de historia que en el camino se dan cuenta de que ese manuscrito podría servir para una cosa mucho más noble con el país”.
De esta manera el público tiene que ir resolviendo problemas o acertijos para encontrar el manuscrito que se encuentra escondido en el teatro. La decisión del rol y dividirlos en equipos para que cada uno viva una historia distinta fue un trabajo conjunto con historiadores al ir descubriendo qué partes de la historia eran ficción y cuáles estaban basadas en hechos históricos.
“Los historiadores con los que trabajamos coincidieron en que normalmente la visión vieja de la historia es un relato hecho por los ganadores, pero ahora los historiadores tienen un rol mucho más complejo que en realidad es reunir visiones y perspectivas de las personas que ganan, las personas que pierden, los testigos, etcétera; ahí fuimos complejizando más este juego y proponiendo entonces que el público se reúne para robar un manuscrito, pero además van a tener que trabajar en equipos para que al final, entre todas y todos, en un ejercicio de diálogo, decidan el final de la historia y decidan a quién le van a dar el manuscrito, a quién de los personajes con los que se encontraron le confiarían el futuro del país”.
La obra de teatro 1569. El misterio es una propuesta para el público juvenil —de 18 años en adelante— que se presenta todos los viernes, del 20 de agosto al 22 de octubre, con cuatro funciones al día: a las 17:30, 18:15, 19:00 y 19:45 horas en La Titería.
PCL