Con jornadas de trabajo intensivo, ensayos de ocho horas diarias, actividades lúdicas y recreativas, clases con maestros especializados y la visita del compositor mexicano más interpretado en el mundo, Arturo Márquez (Álamos, Sonora, 1950), se desarrollan los ensayos de la Orquesta Sinfónica Infantil de México en Oaxtepec, Morelos.
La presencia del autor del Danzón No. 2 en el campamento que dura 17 días, impresionó a los 137 niños, niñas y jóvenes intérpretes —23 de los cuales pertenecen a los semilleros creativos— que se encuentran preparándose para la gira número 32 de la Orquesta Sinfónica Infantil, dice Roberto Rentería Yrene, titular de la Coordinación del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM).
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Las edades de los menores oscilan entre 8 y 17 años, procedentes de 27 estados del país, incluidos tres jóvenes del Sistema Nacional de Educación Musical de Costa Rica que fueron seleccionados por audición para participar en esta temporada dentro del Programa de Orquestas Juveniles.
Este año, precisa a MILENIO el titular del Sistema Nacional de Fomento Musical, tendrán cinco conciertos como parte de la gira: el 31 de julio se presentarán en el Teatro Manuel Doblado, en León, Guanajuato; al día siguiente actuarán en el Teatro Aguascalientes, en la ciudad de Aguascalientes; el 2 de agosto se presentarán en el Teatro Obrero, en Zamora, Michoacán; el 3 de agosto tocarán en la Sala Felipe Villanueva de Toluca, en el Estado de México, y cerrarán la gira el 4 de agosto con un concierto de gala en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, en Ciudad de México.
“Para nuestra sorpresa los boletos en el Palacio de Bellas Artes se agotaron en tan sólo una hora. Son noticias que nos llenan de orgullo y de un enorme compromiso para continuar trabajando con el mismo rigor y la misma exigencia para que esta sea una experiencia de vida para los jóvenes y cambien por completo la perspectiva de lo que hacen musicalmente, pues esta experiencia les ayudará a desarrollarse como mejores personas”, enfatiza Rentería Yrene.
—¿Cómo contribuyen la música y el arte a la disminución de la violencia que se vive en México?
El arte es quizá la herramienta más poderosa de transformación social, el que los jóvenes dediquen todas las tardes o parte de sus días al aprendizaje de un instrumento musical, o de otras disciplinas artísticas, tiene la virtud de que se puede practicar de manera colectiva, reuniendo a un centenar de músicos en una orquesta.
El elemento principal es la disciplina, ya que, al tener diariamente acceso a estas horas de práctica y estudio, logran la excelencia, permitiendo que la música sea una herramienta poderosa para cambiar no sólo su pensamiento, sino desarrollar su concepción del universo y tener un impacto en los círculos en los que ellos se desenvuelven: en su familia, en su colonia y en su comunidad, sirviendo como ejemplo para los más pequeños.
Tenemos muchas historias de éxito de niñas y niños que nos vieron hace muchos años en Michoacán, en Jalisco o en Nuevo León, y que, sin tener alguna experiencia musical, se propusieron ser parte de la orquesta. Después de años de acercarse a la música, de prepararse e insistir, lo lograron, estudiando ahora una licenciatura instrumentista con nosotros en la Orquesta Escuela Carlos Chávez.
Este programa es uno de los proyectos más emblemáticos de Fomento Musical, no sólo de esta administración, ya que tiene 20 años de trayectoria, contando con los mejores maestros.
—¿Qué compositores se interpretarán en la gira?
Entre las obras programadas están las creadas por compositoras mexicanas, ya que uno de nuestros objetivos más claros es posicionar, reconocer y revalorar el trabajo de las mujeres mexicanas en la música.
Hay muchas compositoras en nuestro país que están teniendo un papel increíble a nivel mundial, y este año elegimos la música de tres creadoras, una ella es la compositora sonorense Nubia Jaime Donjuan (1984), con un gran éxito en Estados Unidos, que escribe de manera increíble para banda o para orquesta; ganadora del Concurso de Composición para Orquesta de Cámara Arturo Márquez, 2021, de ella tocaremos Sahuaro.
Además de música de la maestra Gina Enríquez, una de las primeras formadoras de orquestas juveniles del país. De ella haremos su primer concierto sinfónico llamada Marfil, una obra basada en una pintura con una composición poderosa, que encrespará al público porque logra representar a una manada de elefantes que defienden su vida.
Finalmente, interpretaremos una obra quizá de la compositora mexicana más importante de la actualidad, la maestra Gabriela Ortiz, ya que su música ha sido tocada en todo el mundo, con diferente encargos, por ejemplo, escribió para la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, bajo la dirección del maestro Gustavo Dudamel, esa obra lleva por nombre Kauyumari, que significa venado azul, basada en la tradición de los huicholes.
También tocarán Danzón No. 8, de Arturo Márquez, la obertura de la ópera La urraca ladrona, de Gioachino Rossini y la Obertura de la gran Pascua rusa, de Nikolái Rimsky–Kórsakov.
—¿Cuál es el camino para ser parte de la orquesta?
Cada año el Sistema Nacional de Fomento Musical publica una convocatoria nacional, esto sucede el primero o segundo domingo de marzo, por tradición. Está abierta a cualquier persona que cumpla con los requisitos, que le guste y ame la música, el rango de edad es de 8 a 16 años, sin importar si participa en algunos de los proyectos impulsados por nosotros, es decir, cualquier joven con un talento musical sobresaliente que aprenda en una academia o toque en una banda tradicional, en un grupo versátil, una orquesta de cuerdas o sinfónica, puede ingresar.
Deben mandar su audición a través de una videograbación; cada año recibimos un promedio de 550 audiciones y de este total seleccionamos un mínimo de 130, aunque hemos llegado a tener hasta 154 músicos en la elección.
PCL