Vamos pal perreo. Historias, argüendes, poemas y dibujos sobre reguetón busca reflexionar de forma entretenida sobre el género más exitoso y, al mismo tiempo, más polémico por sus letras y forma de bailar.
A Patricia Salinas y Juan Pablo Ruiz, editores del libro, les gusta el reguetón por eso no dudaron en que el primer libro de Editorial Fruta Bomba fuera uno donde se analizara el tema, y la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM los apoyó.
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“Empezamos a planearlo desde 2018, fue un trabajo largo, hasta que en 2020 ya teníamos el material pero no el dinero para imprimirlo. Entonces participamos en la convocatoria de coediciones de la UNAM y nos eligieron para nuestra sorpresa. Es un libro complejo y el tema complicado, pero lo logramos. Ya se agotó la primera edición”, dice Salinas.
Odiado y amado
El libro no es académico, aunque tiene un par de textos así, en general busca reflexionar sobre el reguetón con artículos, ensayos breves, crónicas, dibujos, cuentos y cómics muy irreverentes.
“Cuando empezamos a hacer el libro, el reguetón era muy odiado, pero se estaba haciendo popular; aunque todavía había mucha vergüenza de decir ‘sí, a mí me gusta el reguetón’. Estaba interesante explorar de dónde venía esa vergüenza y el rechazo. Es una música que levanta pasiones; hay gente que lo ama y otra que lo odia”, agrega.
Salinas sabe que se ha dicho que el género cosifica a las mujeres, que es misógino o que la gente que produce reguetón y lo escucha no tiene educación. “Para nosotros el rechazo por la música tenía que ver mucho con la sexualidad, por supuesto, con la relación con el cuerpo, pero también con una dimensión racista o clasista. Sin duda había todo un tema que investigar”.
A los editores les pareció provocador hablar sobre el reguetón a través de muchas voces, de personas distintas, de lugares diferentes e incluso con opiniones encontradas.
“Pensamos que la mejor forma de hablar sobre este tema era a través de la variedad de colaboradores, opiniones, de lenguaje, y los textos van acompañados de ilustraciones”.
Entre los escritores están Ana Teresa Toro, Antonio Nieto, Carolina Sanín, Nadia Lartigue, Nicté Toxqui y Yásnaya Elena A.
Alejandra Contreras Sieck, Axel Santiago, Carlos Dzul aka Changos Perros, Gata Fiera, Iurhi Peña, Mónica Figueroa y Rubén Ojeda Guzmán son algunos de los ilustradores que participaron.
La evolución
Salinas comenta que el reguetón ha cambiado mucho, pasó de ser una música clandestina que se traficaba en Puerto Rico hasta llegar a ser la más popular del mundo. “Bad Bunny es el artista más escuchado, entonces, con el libro queríamos ver el proceso y la evolución”.
En el libro se incluyen códigos QR para escuchar una playlist y videos a fin de que el lector también pueda “perrear” a gusto.
“La idea de hacer un libro de reguetón era pensar que el tema podría plantear una forma distinta de hacer un libro, y en el diseño decidimos jugar con eso para que tuviera un espíritu de fiesta, de movimiento, de sudor, para que el disfrute y goce del reguetón lo pudiéramos traducir en forma de libro y sacudir a la lectura misma”, dice Salinas.
La editorial Fruta bomba ya lanzó un segundo libro: Manifiesto antirracista, de Johan Mijail, una escritora trans dominicana, pero ante el éxito de Vamos pal perreo y el furor por el reguetón, ya planean una segunda parte.
“Hay nuevas estrellas, nuevo público y nuevas discusiones y queremos sacar otro libro porque han cambiado mucho las cosas”, concluye la editora.
Boom para las editoriales independientes
Patricia Salinas, de la editorial Fruta Bomba, dice que la edición independiente pasa por buenos momentos. “Hace como 10 años sí era muy difícil que las editoriales independientes se posicionaran; no era fácil encontrar los títulos en las librerías y que la gente se acercara a ellos. Ahora el panorama ha cambiado bastante, hay un interés muy genuino en los lectores por lo que están proponiendo las independientes, y eso es muy bueno”.
En el libro se lee: “Es un fenómeno cultural de enormes dimensiones que posee muchos rostros, cuyos alcances, influencia y significado no han sido estudiados con el ahínco suficiente. Vaticinaron su pronta y merecida extinción. Los intelectuales (algunos) lo han aceptado; las feministas se contornean con su beat libertario. Quienes siempre habían sentido pudor al bailar ahora tocan el piso con las nalgas mientras una multitud entusiasta les aplaude en círculo. Para unos, el reguetón ha dejado de ser un gusto culposo para erigirse como sinónimo de lo cool; para otros, sigue siendo una despreciable vulgaridad”.
PCL