Aun cuando Andrés Manuel López Obrador (AMLO)despachará desde Palacio Nacional a partir del 1 de diciembre, cuando asuma la Presidencia de México, se respetará su vocación y “seguirá siendo museo”.
En ninguno de estos espacios habrá cambio alguno: el Recinto a Benito Juárez, los murales, la Galería y el nuevo Museo Histórico de Palacio Nacional, que da cuenta de los sucesos registrados en este inmueble a lo largo de la historia de México, confirmó a MILENIO Jesús Ramírez, coordinador de comunicación social del presidente electo.
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Confirmó también que el secretario de Hacienda y Crédito Público abandonará Palacio Nacional, ya que sus oficinas serán ocupadas por el equipo de AMLO.
“Sí saldrá de ahí (Palacio Nacional) la Secretaría de Hacienda. El edificio administrativo es lo que va a ser Presidencia, para no ocupar los espacios históricos”, subrayó Ramírez.
El problema de Palacio Nacional
Los cambios se dan a raíz de que el mandatario federal no habitará Los Pinos, la residencia presidencial que mandó a construir el presidente Lázaro Cárdenas en 1934.
El vocero de AMLO detalló que la residencia oficial de “Los Pinos abrirá sus puertas al público como recinto cultural el 1 de diciembre a las 0:00 horas, por el momento no hay un proyecto [museográfico], sólo se darán visitas guiadas tal y como está”.
Historiadores como Alejandro Rosas ven viable que el inmueble erigido sobre las ruinas de las casas del tlatoani Moctezuma y de Hernán Cortés, cuyo antecedente es haber sido la residencia de los virreyes sea reactivado como despacho presidencial.
“Si bien López Obrador podrá despachar desde ahí, me parece que trabajar con todo su equipo es un exceso. Querer llevar a sus colaboradores más cercanos a Palacio Nacional, implicará un problema porque no van a caber, tendría que hacer modificaciones o quitarle espacios a la Secretaría de Hacienda. No sé si Palacio Nacional pudiera dar cabida para toda la gente que trabaja en Los Pinos como estructura de gobierno”.
Pero no sólo eso. Para Rosas, el Centro Histórico de la Ciudad de México está rebasado por el número de personas que lo visita, las manifestaciones que se registran y el tráfico vehicular.
“Si López Obrador va a recibir gente, tendrá que estar constantemente cerrando calles para que pasen las delegaciones o los políticos y diplomáticos que lo visiten. Por eso considero que Palacio debe seguir sirviendo para eventos especiales, alguna cena protocolaria y para la recepción de cartas credenciales diplomáticas, así como para la ceremonia del Grito”.
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