Beatriz Gutiérrez Müller empezó a escribir desde niña. Sus primeros textos, a eso de los siete años, fueron cuentos. A la fecha ha publicado una decena de libros: uno de poesía, Leyendas y cantos, así como dos novelas y siete de investigación sobre temas literarios. Su producción también cuenta con una veintena de artículos académicos de investigación, muchos sobre historia, otra de sus pasiones, porque “es la maestra de la vida”, citando a Cicerón.
Sus letras le han valido reconocimientos internacionales, como la Orden del Mérito Morista que le entregaron en San José de Costa Rica el mes pasado, por la edición que elaboró de Episodios de la Revolución mexicana del escritor Rogelio Fernández Güell. Esa misma vocación literaria también la llevó al periodismo y a la academia, “porque de alguna forma uno se tiene que ganar la vida”.
Pero no solo ha incursionado en la literatura. Durante la campaña a la Presidencia de su esposo, Andrés Manuel López Obrador, Gutiérrez Müller interpretó un par de canciones e incluso una, “Hoy despierto”, ganó un Reed Latino Awards –“el Óscar de la política”– como mejor jingle de campaña electoral.
Actualmente imparte clases de retórica y translingüística en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y a partir de 1 de diciembre será la presidenta honoraria del Consejo Asesor de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México.
“Esa será mi aportación como esposa del Presidente”.
Escritora, periodista, poeta, investigadora, ¿qué faceta en su vida le ha gustado más?
La de poeta. La poesía siempre termina siendo un acto muy íntimo, poco compartido, más de soledad, y creo que yo soy una persona solitaria, íntima, reservada y me gusta mucho ese espacio que me da la poesía.
¿En qué momento el periodismo la lleva a la literatura?
La literatura me llevó al periodismo porque de alguna forma se tiene uno que ganar la vida, y de poeta todavía no se puede uno ganar la vida en estos tiempos, antes sí. Entonces más bien es un modus vivendi, el periodismo me gustó muchísimo y me permitió, dentro de los géneros, desarrollar algunas habilidades literarias, entonces salí ganando.
Si no hubiera sido escritora, ¿a qué se hubiera dedicado?
Astrónoma. Me gusta mucho el espacio, lo que nos dice el universo como seres humanos que somos tan pequeñitos.
¿Tiene algún ritual?
Me levanto, en silencio, preferentemente cuando están todos dormidos, me sirvo un café, miro por la ventana, me doy cuenta de un nuevo día, leo algo que tenga a la mano, sigo bebiendo café, me tomo otro, eso dura como media hora, más o menos, ese ritual.
¿Cuál es su libro favorito?
Memorias del subsuelo de Fiódor Dostoyevski.
¿Poema?
“Nocturno a San Ildefonso” de Octavio Paz.
¿Qué libro deberían leer todos los mexicanos?
La Constitución.
¿Cuál es su personaje histórico favorito?
Venustiano Carranza, por muchas razones; una es la concepción tan pertinente de la necesidad de poner fin a la revolución armada y de emprender un esfuerzo institucional para recuperar la República.
En campaña también interpretó un par de canciones...
¡Siempre! Me animé en la campaña porque sentí que podía aportar desde algo que me gusta, y además utilizar esa coyuntura para resolver un problema interior que tengo con los públicos, fue una muy buena terapia para mí.
¿Cuál es su artista favorito?
Me gustó mucho Queen. También me gusta muchísimo la música clásica, como Arvo Pärt, compositor estonio.
¿Película favorita?
Me gustó mucho la película El piano (Jane Campion, Francia, 1993), por ejemplo, la quise mucho.
¿Qué opina del amor?
El amor es todo, sin amor no se puede respirar, no se puede vivir, el amor es el principio y el fin.
Desde la campaña electoral rechazó ser primera dama...
Siempre estaré del lado de mi género, obviamente, siempre que pueda ponerme o colocarme del lado de las mujeres, se me hace importante, es apoyar a mi género, por supuesto.