La necesidad de documentar el legado arquitectónico, promover su conservación y generar conciencia en desarrolladores inmobiliarios fueron algunas de las conclusiones del panel Fenómeno México 123. La importancia de nuestro patrimonio.
El diálogo entre especialistas, académicos de la UANL y la delegación INAH en el estado fue convocado por el Colegio de Arquitectos de Nuevo León, tras la demolición de una casona de corte modernista ubicada en la calle México 123 de la colonia Obispado hace unas semanas.
Martha Ávalos Salazar, delegada del INAH Nuevo León, refirió que la demolición de la casona en México 123 “no fue legal”, dado que el municipio debió detener las obras por solicitud de instancias federales.
“La demolición no fue legal, porque intervenimos nosotros como INAH y Bellas Artes; el municipio debió acatar la orden de detener”, indicó Ávalos Salazar.
Por su parte, el arquitecto Óscar Martínez señaló la necesidad de ampliar la documentación que se tiene sobre las construcciones de valor histórico y artístico en el estado, para generar mayor conciencia de conservación.
Alberto Canavati, académico de la UANL, hizo mención sobre la posibilidad de la reutilización práctica de las obras con valor arquitectónico como una manera de conservación.
En el diálogo también participó Óscar Estrada, del Movimiento Patrimonio Moderno, quien refirió que se trata de un “tema de memoria”.
Para culminar, Ávalos fue clara al solicitar del apoyo de la sociedad civil para hacer conciencia sobre la conservación del patrimonio arquitectónico en el estado.
El caso más reciente
• La casona de México 123 fue demolida hace unas semanas para dar paso a un desarrollo inmobiliario, en la colonia Obispado.
• La construcción fue una obra del ingeniero Armando Ravizé y perteneció a la familia Fernández Garza. Tenía relevancia por el uso de materiales y sistema constructivo moderno para la época de 1940.